“¿Tiene interferón solución inyectable?” Pregunta el cliente en el puesto de la calle Granaditas, a dos metros de la estación del Metro Tepito.

La dependiente responde: “Sí, señito. ¿En qué presentación la necesita? La tengo en dosis de 3, 5, 6 y 10 millones de unidades y es de la marca cubana, la mera buena mundial”.

El cliente pone cara de duda y le responde: “Deme la más barata”.

Este incidente ocurrió en julio de 2019, cuando el bicho no estaba ni siquiera en las mentes artificiales de los nanorobots que infiltran a las mismas células con toda clase de virus y bacterias con fines experimentales.

Me fue reportado por una fuente que tengo en el IMSS nacional, que fue comisionado para investigar por cuenta del instituto lo que en seguida les platico:

En mayo de ese mismo año, el Seguro Social denunció el robo de medicamentos controlados en el Hospital General de Zona 29, ubicado en la colonia San Juan de Aragón de la alcaldía Gustavo A. Madero, de la CDMX.

Vi la denuncia que fue presentada ante la Fiscalía General de la República en contra de quienes resulten responsables por el robo de 191 piezas de 14 medicamentos de la farmacia de ese nosocomio.

Dejen ustedes el monto del robo ese: 465,918 pesos. El altísimo nivel de riego estriba en que la venta apenas dos meses después en el mercado negro de Tepito, revela una red de corrupción que traspasó a los sexenios panistas y priistas y sigue sentando sus posaderas en el gobierno de Morena.

En junio 1 de este 2020, el senador morenista por Coahuila, Armando Guadiana, denunció que durante 2019 hubo un daño patrimonial de 300 millones de pesos en medicinas del IMSS, que fueron sustraídas mediante recetas falsas.

Eso sucedió en las clínicas del Seguro Social en Torreón y después de año y medio, no han sido encontrados los responsables.

Ahora déjenme platicarles algo muy interesante acerca del robo del interferón y su posterior venta en Tepito:

El periódico Granma ―el único que circula en Cuba― publicó en su edición del 19 de marzo de este 2020, lo siguiente:

“El interferón cubano Alfa 2b Humano Recombinante sigue siendo noticia en el mundo y captando el interés por su eficacia en el tratamiento a pacientes contagiados con el nuevo coronavirus SARS Cov-2, causante de la epidemia Covid-19”.

Según me dijo Santiago Dueñas Carrera, vicegerente general de la empresa mixta Changchun Heber Biological Technology ―que produce el interferón Alfa 2b con tecnología cubana― DICHA CORPORACIÓN SE CREÓ EN 2003 por el interés común de Cuba y China para desarrollar la producción y comercialización de productos biotecnológicos a partir de la experiencia de los científicos cubanos en esa materia.

“Este es el antecedente de cómo llegó el interferón cubano a China y el uso que ha tenido PREVIO A LA SITUACIÓN ACTUAL EPIDEMIOLÓGICA”. Cito textualmente la reveladora declaración que me hizo Dueñas Carrera sobre el tema del día en el mundo.

Entonces, existe una conexión Cuba-China en un medicamento que comenzó a ser desarrollado en 2003 para un bicho que DETONÓ 17 años después. Y resulta que uno de los medicamentos robados del IMSS el año pasado era precisamente ese. ¡Qué puntería la de esos ladrones!

Cajón de sastre

“Santa Madre de la Anticipación Sanitaria”, exclama asombrada la irreverente de mi Gaby.

placido.garza@gmail.com

PLÁCIDO GARZA. Nominado a los Premios 2019 “Maria Moors Cabot” de la Universidad de Columbia de NY; “Sociedad Interamericana de Prensa” y “Nacional de Periodismo”. Forma parte de los Consejos de Administración de varias corporaciones. Exporta información a empresas y gobiernos de varios países. Escribe para prensa y TV. Maestro de distinguidos comunicadores en el ITESM, la U-ERRE y universidades extranjeras. Como montañista ha conquistado las cumbres más altas de América.