La catastrófica visita del engendro de Televisa y candidato del PRI a la presidencia de la República, Enrique Peña Nieto, a la UIA nos dejó atisbar un poco la “estrategia” priyista durante las 7 semanas que restan de campaña.
Si no se le repudia a él y a todo lo que representa su partido (desde los abusos en Atenco y los feminicidios en el Edomex, pasando por viejos clásicos como la masacre de 1968 y muchos otros atropellos causados por el PRI durante más de 7 décadas de “dictadura perfecta”), el monigote llegará a las elecciones del 1 de julio con sus supuestos “20 puntos de ventaja”.
Por otra parte, si se protesta en su contra de manera frontal y fuerte, aunque pacífica, como hicieron los alumnos de la Ibero, se trata de “intolerancia”, “agresiones” y “radicalismo”.
O sea, si no lo tocas, gana. Y si lo tocas, es intolerancia (el PRI hablando de intolerancia, carajo) y estás "engrandeciendo" al bodrio mexiquense. La estrategia "perfecta", al parecer.
La pregunta es ¿vamos a dejar que el PRI, que representa lo más podrido de la política mexicana junto con su partido comparsa el PAN, se salga con la suya?