Al arrancar la segunda y fase final de las campañas presidenciales, pocos han pensado qué ocurrirá con los candidatos derrotados en las urnas o en el TEPJF o quizá por alguna situación extraordinaria y alejada del sufragio efectivo –y, por ahora de toda lógica- como anular todo el proceso o cancelarlo debido a la falta de condiciones.

 

¿Qué papel jugará Enrique Peña Nieto en caso de que sea derrotado democráticamente en las urnas? ¿Cuál será el destino de Josefina Vázquez Mota de haber sido la corresponsable de regresar al PAN a la oposición?  ¿Qué hará Andrés Manuel López Obrador si no le favorece el voto del pueblo?

 

Por ser ellos los candidatos más fuertes y con posibilidades, dejaremos este ejercicio para la próxima semana y esta colaboración se la dedicaremos al candidato de Nueva Alianza, Gabriel Quadri.

 

¿Qué pasará con Quadri después de la elección presidencial?

 

Realmente le irá muy bien y es quien tendrá una chamba cómoda y asegurada para un tramo relativamente de mediano plazo porque ha cumplido y con creces el papel de parapeto del candidato presidencial del PRI. A pesar de que fue “inventado” al cuarto para las doce, Quadri está sorprendiendo hasta a la propia Mónica Arriola, la verdadera dirigente del PANAL, quien no confiaba en él.

 

Si declina por Enrique Peña Nieto en abierto o, como ocurrió con Roberto Campa hace seis años,  de manera simulada, y siempre y cuando gane el priísta, tendrá una posición en el gabinete federal, ya sea como asesor o como titular de alguna secretaría de Estado, incluso, hasta podría sugerir revivir la olvidada SEDUE.

 

Si no gana Peña Nieto, su trabajo será similar al que ha venido realizando en estos días: ayudar a detener la campaña negativa contra el Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación y su presidenta vitalicia, Elba Esther Gordillo.

 

La tarea de Quadri será de alter ego de Elba para neutralizar  la campaña desatada desde Reforma en contra; y desde Televisa con su documental ¡De Panzazo!, y con la “ONG” Mexicanos Primero que preside el junior Claudio X. González, claro, además de evitar que el bloque disidente agrupado en la CNTE tome mayores posiciones en las delegaciones y que  la Federación de Sindicatos Independientes de Trabajadores de la Educación (FENASITE), sin registro y ahora presidida por el candidato a diputado local por el lopezobradorista PT, Roger Arias García, busquen minar a más gremios magisteriales.

 

Limpiar la imagen de Elba y operar políticamente para el SNTE y el PANAL, es una tarea muy complicada, pero los vientos del relevo de “la maestra Gordillo” están soplando hasta dentro de su propia corriente y tienen que ver con sus problemas de salud y con la necesidad de darle la estafeta a uno o una de los suyos.

 

El escenario del relevo de Elba tiene que ser controlado y todo su grupo político lo ha entendido así si quieren sobrevivir pasado el proceso electoral, porque en estos días, la campaña en contra de la maestra está más fuerte que nunca y con muchas manos metidas al interior del SNTE, y hablamos de los tres grandes partidos: PRI, PAN y PRD.

 

La más desafortunada decisión que tendría Quadri pasado el proceso electoral, sería regresar a refugiarse en la academia o prestar sus servicios al sector privado, como lo ha hecho. Su papel de parapeto demostró que políticamente es útil.

 

Para la próxima semana, mi ejercicio los escenarios de la derrota de Josefina Vázquez Mota, Andrés Manuel López Obrador y Enrique Peña Nieto.

 

 

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