La clave de vivir con sentido en este mundo y en esta época es creer, creer en algo firmemente, ser capaz de imaginarlo y de llevarlo a la práctica. Creer en algo implica también tener la fuerza para sostenerlo, no sólo la fuerza, sino la congruencia vital, lo importante es ser coherente entre lo que se piensa, con lo que se dice y finalmente lo que se hace.

México ahora está listo para despuntar en el mundo, así lo reconocen ya observadores, economistas, políticos nacionales e internacionales, todos coinciden en que tenemos una oportunidad histórica para proyectar a México hasta convertirlo en una potencia, las condiciones se están construyendo, lo fundamental de estas oportunidades es reconocerlas, entenderlas y potenciarlas.

Somos una nación que se visualiza en dos vertientes, un México de progreso y desarrollo y otro que vive en el atraso y la pobreza, no obstante México es un país joven y de jóvenes que busca hacer frente a los rezagos sociales, para estar al nivel de las naciones desarrolladas, para lograrlo se requieren políticas públicas acordes a las necesidades actuales que contribuyan en la formación de individuos libres, responsables y comprometidos consigo mismo y con su nación, ciudadanos de México y para el mundo.

En la actualidad hay un gran número de mexicanos que viven al día, preocupados por la falta de empleo y oportunidades, porque el país no ha crecido lo suficiente, estas condiciones agravian y duelen, ante esta realidad los mexicanos queremos un cambio, este anhelo está presente a lo largo y ancho del territorio, es el deseo de un cambio urgente y con dirección, con una visión responsable y realista que contribuya al desarrollo integral y equilibrado de nuestro país, para ello debemos impulsar sin ataduras, ni temores todos los motores del crecimiento, desterrando todo lo que genere discordia y atraso.

 Es tiempo de romper mitos y paradigmas, y todo aquello que ha limitado nuestro desarrollo, en el México de hoy, lo que no puede ni debe existir es la situación de pobreza y hambre en que se encuentra un amplio sector de la población, si todos participamos responsablemente en los procesos de mejora continua en cada área trabajo, los mexicanos estaremos contribuyendo favorablemente en el desarrollo que tanto anhelamos.

Hagamos de México un país no sólo orgulloso de su pasado, sino un país empeñado en mejorar su presente y conquistar su futuro, un país con arrojo y audacia preparado para competir y triunfar, donde cada uno escriba su propia historia de éxito y con ello alcance la felicidad, un México así, es posible, y depende de cada uno de nosotros y de todos a la vez.

Las naciones desarrolladas, en algún momento de su historia, decidieron dar un gran paso, hoy toca a los mexicanos dar ese gran paso, en este sentido, podemos mencionar que todo cambio es el resultado de creer, de creer en lo que hacemos, de creer en lo que somos, de creer en nosotros mismos, de tener confianza en todo lo que podemos alcanzar y especialmente de que llegaremos a la meta, recordemos que el cambio de la historia es responsabilidad absolutamente de los millones de mexicanos que somos.

 Transformar a México significa vencer los rezagos, esto implica mover todo lo que se tenga que mover, el progreso de nuestro país se construye todos los días, en cada instante, en cada lugar, es así cómo se va generando el desarrollo, trabajemos con determinación, con audacia y con pasión, con la mirada puesta en el futuro, seamos parte de la generación que logre la transformación nacional, porque este, este es el momento de México.

 Ser congruente entre lo que pensamos, decimos y hacemos es tener la capacidad de generar cambios favorables que transformen al país en el México que queremos, un México fuerte y seguro de sí mismo.

 Seamos, todos, parte del México que no le tiene miedo a la transformación, del México dispuesto a trascender, del México que va dejar huella.