Los números del 2019 fueron muy malos para las industrias de la construcción, desarrollo inmobiliario y vivienda.

Las tres registraron retrocesos muy importantes en ventas, volúmenes de producción y, lo que en este momento debe ser considerado el indicador más importante, el inicio de nuevos proyectos.

¿Cuáles fueron los factores que provocaron esta contundente caída del sector? Pues es evidente que la desaceleración de la economía afectó, lo mismo que los habituales efectos de un cambio de gobierno, pero lo que en realidad puso contra las cuerdas a estas industrias fue el retraso en la ejecución de programas de inversión pública, la expectativa ante el anuncio de nuevas políticas de alcance federal y, sobre todo, la infranqueable barrera regulatoria que se vive en el ámbito municipal.

Claro que afectó la cancelación del Aeropuerto de Texcoco y el anuncio de que sería el ejercito el encargado de construir la nueva terminal aérea de Santa Lucía.

Claro que afectó el retraso del inicio de las obras del Tren Maya...

Afectó el retraso en la presentación de la nueva Política Nacional de Vivienda y la cancelación de los subsidios para vivienda nueva en los segmentos de bajos ingresos.

Pero poco se puede hacer si a todo esto, que pudiera ser subsanable, agregamos la cerrazón con que la mayoría de las ciudades mexicanas han enfrentado los retos relacionados con su planeación urbana.

Imposible construir cuando los gobiernos locales están dispuestos a impedirlo...

Imposible construir cuando, como ha pasado en la Ciudad de México, se pone el mínimo interés a la actualización de los instrumentos de planeación urbana y se mandan claros mensajes de que la inversión inmobiliaria es algo mal visto en la plaza.

Todo esto provocó la caída de construcción, desarrollo inmobiliario y vivienda... Pero, repito, lo verdaderamente preocupante, es que será difícil revertir este deterioro cuando la sequía de las líneas de producción hace imposible suponer que el año que viene será mejor.

Nel... Este año fue malo para estas industrias, el próximo no será mejor y las cosas no mejorarán en tanto no se haga un monumental esfuerzo de coordinación institucional en torno a un programa nacional de ordenamiento territorial, desarrollo urbano y vivienda.

El tema tiene que ver con la labor de los organismos del gobierno federal, el detalle está en que donde verdaderamente está el problema es los municipios, que son los que no tienen los instrumentos de planeación urbana que se requieren, y, en ocasiones, ni recursos, ni preparación, ni ganas para hacerlo.

Como dije al inicio de este texto, de los principales indicadores de estas industrias, ya se pueden quedar en el pasado los que tienen que ver con ventas y actividad productiva, pero el que hay que entender a profundidad es aquel que nos habla de proyectos en marcha e inicios de nuevos proyectos, que son los que definen lo que pasa en las tuberías del sector, tuberías que hoy están más secas.

Sintetizando, habría que decir que todo apunta a otro mal año para construcción, desarrollo inmobiliario y vivienda...

Bueno, todo apunta a ello, a no ser que el gobierno asuma a cabalidad la rectoría sobre estos temas y sume voluntades con gobiernos locales, instituciones financieras y empresarios inmobiliarios, voluntades encaminadas a crear condiciones ya no solo para reactivar estos motores de la economía, sino, yendo más allá, para con ello crear respuestas para los enormes retos sociales, ambientales y urbanos que enfrentamos.

El reto grande está en llegar a los municipios para lograr que en ellos se dé un cambio de fondo, que permita asumir plenamente los objetivos de una nueva política nacional de ordenamiento territorial, desarrollo urbano y vivienda, capaz de traducirse en hechos.

Debe el gobierno fortalecer los vínculos con la iniciativa privada...

Porque una política nacional es tan fuerte como la suma de las fortalezas de cada una de sus partes.

Hay que crear condiciones que permitan que los empresarios sigan decididos a invertir y puedan hacerlo...

Condiciones que garanticen que los alcaldes comparten visión, objetivos y estrategias de una política nacional... Y que van a trabajar para alcanzarlas.

Porque el hecho es que si esto no se logra, será muy difícil regresar desde la desaceleración que mandó al suelo no a una industria, sino al conjunto de industrias que juntas conforman las cadenas productivas de las viviendas y las ciudades.

Y bueno. No puedo cerrar esta columna sin agradecer a quienes han tenido la cortesía de leerla a lo largo del año y a quienes desde SDP Noticias me han permitido tener este espacio; gracias Federico Arreola por la oportunidad. Gracias Mar Morales por la paciencia. Felices fiestas...

Que el 2020 sea un tiempo mejor que todos podamos ayudar a construir

Horacio Urbano es presidente fundador de Centro Urbano, think tank especializado en temas inmobiliarios y urbanos

Twitter: @horacio_urbano

hurbano@centrourbano.com