El Frente es un Frankenstein, nunca mejor comparación, igual que el monstruo de Mary Shelley cada miembro es de un cuerpo diferente y la cabeza no se coordina bien con las demás partes del cuerpo. De la misma forma que este personaje el frente deja salir las peores partes de la personalidad de sus miembros, entre ellas la violencia.
La herida abierta de Ricardo Anaya por sus señalamientos de corrupción y su incapacidad de cohesionar las ideas de la izquierda con la derecha están haciendo que la campaña poco a poco se vaya en picada, lo más difícil para Anaya y que no ha podido, por lo que es probable que lo alcance Margarita en el tercer lugar, es aglutinar el voto anti López Obrador.
Guanajuato es uno de los bastiones del panismo y un botón de muestra de cómo no se debe gobernar, el actual gobernador se distinguió por entregar un balón a un niño sin piernas, mostrando sin duda que no entiende, ni entendió las necesidades de la gente. Márquez fue en el 2016 uno de los poco gobernadores que tenía apoyo popular al ser calificado como el cuarto mejor gobernador del país.
¿Qué le pasó a Miguel Márquez? No entró a la pelea para ser Presidente y entonces se dedicó a terminar con su reputación en el país; hasta llevar al estado al top ten de homicidios. Guanajuato está fallando en el combate al crimen y está siendo refugio de capos del narco.
Y ahora en plena semana santa el gobernador sin mediar explicación, asignó a German Larrea dueño de Grupo México la concesión de manera directa de una carretera de casi 100 kilómetros, con un costo de varios cientos de millones de pesos a unos meses de que se acabe la gubernatura de Márquez. Es decir cerró con negocio.
Esto ha hecho que el propio candidato a gobernador Diego Sinhué Rodríguez perdiera su cómoda ventana y que se le acerque Gerardo Sánchez del PRI, quien podría eventualmente rebasarlo y hasta terminar gobernando la entidad.
Lo mismo pasa para los candidatos del senado que ahora tendrán que trabajar más y qué decir para los diputados, en donde destaca la figura de otro candidato que también levantó la mano para decir que quería ser presidente de México: Juan Carlos Romero Hicks.
El ex gobernador le gusta el dinero, por eso no ha dejado, desde que fue rector de la Universidad de Guanajuato de vivir del erario, 40 millones se le ha contabilizado al ex gobernador entre su sueldo como rector pasando por la gubernatura y ahora que deja la senaduría.
Nada más hay que recordar que el ex gobernador se dio y a sus más cercanos colaboradores una millonaria liquidación cuando salió de la casa de gobierno guanajuatense, incluso conserva su plaza en la universidad como profesor de tiempo completo en la UG con la materia de Relaciones Industriales.
Obviamente cuando le dijeron que tenía la posibilidad de ganar y llegar a tener acceso a los moches, igualito que Anaya, pues enseguida hizo cuanta y aceptó, la presidencia por los moches, mejor lo moches, más seguro. Ni modo que se peleara con el dinero, no señor; ahora es candidato a diputado federal.
Romero Hicks es la viva imagen de la descomposición del Frente y la continuidad de la clase política Anayista, moches –dinero- lavado-dinero-bolsillo. Eso es lo que les espera a los guanajuantenses a menos que gane el PRI y Meade elimine el fuero; así los cuando menos los moches sean más difíciles.