Lo que menos quieren tanto Claudio X Glez. Laporte y Guajardo (padre e hijo), es que ahora que ha llegado a gobernar a nuestra nación vía democrática un -según ellos- "loco" populista, honrado (según la gran mayoría de mexicanos), que no han podido (ni podrán) corromper, que se ha moderado y acercado -para bien- a algunos de sus propios amigos grandes empresarios (que también figuran en la lista multimillonaria de la revista Forbes): es que se impulse desde el Ejecutivo Federal (pasando por el Legislativo) una reforma fiscal progresiva -empezando como hoy con prohibir las condonaciones fiscales y terminando posteriormente con eliminar los regímenes tributarios especiales -ambos- de los grandes macro grupos empresariales.

De igual forma, los Claudio X NO quieren en realidad (obvio jamás lo dirán en público), que se inicie a regular una economía de mercado sana, con real competencia y promoviendo el desarrollo sustentable (con una planeación factible) con inversiones productivas mixtas; ellos saben que si participan en los proyectos de inversión -productivos y sociales- en marcha, obtendrán ganancias, pero ellos las quieren en el corto plazo, de inmediato, no en el mediano ni mucho menos en el largo plazo, por ello tampoco quieren licitaciones transparentes y con rendición de cuentas en los contratos que están obligados a realizar los privados, por la nueva ética republicana en el ejercicio de gobierno, puesta en práctica por el actual Presidente -que acertadamente despacha desde Palacio Nacional y ya no desde los ostentosos (pero “imperiales” según la noción de vida de los Cláudio X). Ello, porque los Claudio X han empezado -quizá irreversiblemente- a perder influencias y sus adoradas utilidades rentistas, por eso no quieren nada de ello, ellos quieren que el antiguo y corrupto statu quo se mantenga sin ningún cambio.

También, pese a que ellos saben perfectamente que se están manteniendo (y se mantendrán) equilibrios macroeconómicos, que se está respetando la autonomía de Banxico y que no se va a caer en déficit ni deuda pública, o que empieza a haber desarrollo económico inclusivo, pese a todo, ellos quieren seguir disfrutando de sus privilegios tal y como estaban antes, por eso para intentar recuperarlos, tienen en su poder a la mayoría de los medios masivos de comunicación, por eso tampoco quieren -en el fondo- pluralidad, independencia, ni derecho a la información.

Ellos (los Claudio X) quieren seguir manipulando y desinformando por doquier, para eso les son muy útiles esos (ingenuos): sectores conservadores de la sociedad, se aprovechan de algunos de ellos: de su racismo y clasismo, de algunos otros de su ignorancia o analfabetismo político, de otros de los dogmas económicos de Hayek y Friedman que tienen bien metidos en su cerebro (y de otros la combinación de miedo en justo esas clases medias asustadizas y cobardes).

En concreto, los Claudio X no quieren ninguna coordinación entre el sector público ni privado, ni ningún nuevo pacto social incluyente con todos los sectores sociales y económicos (aunque los incluyan), no quieren que se empiece a reconstruir este país, que se empiecen a construir cimientos sólidos de bienestar, progreso y paz social. Solo quieren -como era antes- libertad total para junto con los tecnócratas y políticos del antiguo régimen oligárquico- seguir haciendo jugosos negocios al amparo del poder público, ellos saben bien que esos mismos políticos y tecnócratas del anterior régimen prianista, son ineptos y súper corruptos, pero en realidad no les importa que casi hayan terminado de destruir esta nación.

Increíble pero cierto: Los Claudio X NO quieren una relación fincada en la cooperación para el desarrollo, el respeto de los derechos humanos afuera y dentro, ni la diversificación del comercio exterior con las mejoras en infraestructura necesarias para ello (mucho antes que su anterior modelo económico maquilador y ensamblador, con muy bajo contenido tecnológico y con los bajísimos salarios de -su mal capacitada pero muy barata- mano de obra).

Ellos NO quieren el apoyo y fomento a los sectores primario y secundario de la economía, ni la innovación empresarial al entrar nuevos jugadores al mercado, no quieren ningún impulso a la ciencia y tecnología, quieren seguir teniendo capturados a los órganos reguladores del Edo. Qué importaba -para ellos- el insultante despilfarro de los anteriores y corruptos gobiernos prianistas, eran gastos superfluos, suntuosos e improductivos, pero las "comilongas" que tenían siempre con ellos -bendecidas por el cardenal Norberto Rivera- eran "espectaculares".

Los Claudio X, se niegan totalmente al cambio de régimen por la vía pacífica y democrática, se niegan a la reconciliación nacional. Qué importa que millones de mexicanos hayan sido arrojados a la pobreza y miseria por la política económica neoliberal que impuso -siguiendo el "sagrado" Consenso de Washington- el padre de la desigualdad moderna Carlos Salinas de Gortari, para ellos (con su mentalidad colonial) es culpa de los "mexicanitos" de 2da porque no trabajan lo suficiente (aunque hayan trabajado de sol a sol) y porque tuvieron muchos hijos, para ellos es imposible -desde su sesgada visión de la realidad- darle un vida mínimamente digna a la mayoría, no alcanza; por eso, ellos y otros desde la Coparmex, quieren seguir concentrando la riqueza, NO quieren que haya redistribución ni movilidad social en los sectores rural y urbano (con educación y empleos bien remunerados como los está creando el nuevo gobierno con ayuda de las PyMes), también saben que en el mediano plazo les va a convenir, que la productividad y el consumo avanzarán y se consolidarán pero -según ellos- eso les costará mucho en lo inmediato y no lo quieren, no les importa nada de eso, lo único que en realidad les importa es saber cuánto avanzó o retrocedió su corporativo en la bolsa de valores y que se mantenga la alta tasa de rentabilidad en los flujos de su capital especulativo, además de que no se grave tributariamente nunca: las operaciones de compra-venta ni las ganancias de capital obtenidas en ese proceso bursátil.

En resumen, los Claudio X NO quieren que el gobierno de Andrés Manuel regule al mercado adecuadamente, que paguen sus impuestos proporcional y equitativamente sobre sus ganancias, ni que se acaben sus oprobiosos y monopólicos negocios con el anterior y canalla régimen neoconservador y derechista.

Para los Claudio X y cía. tener un país con justicia, equidad y con regeneración del tejido social puede esperar por y para siempre. Millones no se los permitiremos. ¡Sí al cambio verdadero!