Genaro García Luna, ex secretario de Seguridad Pública de Felipe Calderón Hinojosa, actualmente preso en Estados Unidos (por lavado de dinero, desvío de recursos y colaborar con el narco), ofreció dos millones de dólares para salir de la cárcel, temiendo al Coronavirus.

O es un imbécil, o su abogado le aconsejó hacerse el loco para continuar su condena en un psiquiátrico, y así pueda escaparse como Jack Nicholson en “Atrapado sin salida”.

Yo más bien creo que es un imbécil, porque actúa como Felipe Calderón, Vicente Fox y otros politiquillos por el estilo, que demuestran su prepotencia presumiendo los fajos de dólares y, fingiendo ingenuidad, pasan por alto que son unos tristes delincuentes despreciados por la sociedad.

Vamos por partes. ¿Qué aconsejan los médicos? Estar recluidos durante el Coronavirus. ¿Qué hacen los presos? Están recluidos. ¿Qué creen que le contestará el juez Brian Cogan a García Luna, y el incompetente de su abogado, César de Castro?: “Creo que el acusado es inocente, pero dado su temor a contagiarse, lo mantendremos encerrado en un apando, sin que salga al patio y se exponga a que algún otro interno lo salude de mano”.

Las personas que están reunidas en una prisión fueron apartadas del resto de sus semejantes no solo para no infectarles, sino para no robarles, asesinarles o hacerles algún tipo de daño. A la mejor a García Luna lo condenan a la silla eléctrica, ¿tendría lógica haberlo sacado del bote para mantenerlo a salvo? Se supone que la sociedad es la que debe estar a salvo de él.

La gran mayoría de los presos (salvo los pobres, que cayeron por robar comida y los “chivos expiatorios”) están encerrados como un castigo por atacar a la sociedad, no como un premio por pasarse de listos (salvo “Lozoyín”, recluido en una cárcel VIP española, con alberca, gym y HBO Max).

Las normas de etiqueta dictan que, durante una catástrofe, las mujeres y los niños son primero, no los rateros, asesinos y violadores. Entiendo que los villanos crean que pueden salirse con la suya, pero dudo que crea que engañan a los demás; hasta un niño de tres años se percata que los reos que piden su liberación para salvar su vida se trepan al tren del Coronavirus para hacer un ridículo chantaje sentimental. Nomás por payasos que los manden a hacer trabajo comunitario… ¡Sin tapabocas!

Luego tenemos el tema de ofrecer dos millones de dólares. ¿Saben qué va a pensar el juez, el fiscal, el jurado, los abogados, los celadores, los demás internos, sus familiares, los miembros de la 4T que quieren hacerlo cantar? ¡Que García Luna tiene tres, cuatro, cinco, o diez millones más para sacarle! El Coronavirus es lo que menos debería preocuparle a Genaro García Luna, sino las chinches.