Siete de la mañana en punto y amanece en el palacio. <br>—¡Ánimo! —saluda sonriente. <br>—Buenos días, señor presidente.<br>

Esta semana durante las conferencias de prensa del Presidente de la República, se abordaron importantes temas de interés nacional.

La Secretaria de Seguridad y Protección Ciudadana, Rosa Icela Rodríguez, señaló que ocho centros penitenciarios privados en las entidades de Sonora, Durango, Guanajuato, Morelos, Oaxaca, Chiapas, Guanajuato y Michoacán tienen convenios con el Gobierno Federal, los cuales fueron firmados durante la administración de Felipe Calderón y han representado un gasto a las y los mexicanos de 75 mil 661 millones de pesos en los últimos 9 años, proyectándose un monto total a 20 años de 266 mil 300 millones de pesos por este concepto.

En el año 2020, de los 22 mil 776 millones de pesos ejercidos por el órgano de Prevención Social y Readaptación Social, el 68.3% fue para pagar a las empresas privadas, es decir, 15 mil 562 millones de pesos. 

Cabe señalar que el promedio de gasto anual por cada preso en estos lugares es de 1 millón 375 mil pesos, lo que representa un gasto de 3,819 pesos diarios.

Esto es una muestra de la corrupción y la infamia del sistema político heredado, pues el pago efectuado a los centros penitenciarios privados representa más de la mitad del pago por las vacunas contra el COVID-19, con beneficiarios vinculados a políticos del viejo régimen, como los cuñados del ex presidente Carlos Salinas de Gortari.

Otro tema que lleva sonando algunos días a nivel internacional tiene que ver con la censura en las redes sociales. El presidente López Obrador señaló que un escenario en que las empresas privadas decidan quién puede ser silenciado y censurado, puede ser posible, con el riesgo de que se genere un poder mediático mundial, una especie de tribunal de censura, como la Santa Inquisición para el manejo de la opinión pública, por lo cual adelantó que en la reunión que tenga con el G20 planteará este asunto ante las y los demás líderes, por ser un tema de relevancia global.

La posibilidad de censura y el uso de las redes sociales para viralizar noticias falsas y así desestabilizar gobiernos democráticos, es un motivo de alerta que también ha generado señalamientos por parte de otros líderes mundiales, como en el caso de la canciller alemana, Angela Merkel, quien a través de su portavoz y pese a tener claras diferencias con el presidente Donald Trump, calificó la decisión de cerrarle las cuentas de Twitter y Facebook como “problemática” y un ataque al derecho fundamental a la libre opinión.

Sin duda, bajo el dominio de los poderosos tomadores de decisiones en lo que respecta a las redes sociales más populares de occidente, siempre existe la posibilidad de que en cualquier momento, los términos y condiciones impuestos por las empresas de Silicon Valley puedan afectar y restringir, por ejemplo, la difusión de mensajes en las cuentas de algún gobierno contrario a los intereses corporativos o cuyos mensajes se consideren inapropiados bajo la visión de los gigantes tecnológicos.

Coincido en la idea de que no puede haber ninguna empresa de comunicación en ninguna nación, que tenga el derecho supranacional de eliminar la libre manifestación de las ideas en los países y se convierta en un órgano de censura. Hoy se requiere proteger las libertades y es inadmisible que una organización privada determine quién tiene derecho a expresarse y quién no.

Debemos como sociedad detenernos a analizar objetivamente si esos portales y aplicaciones son las que verdaderamente queremos, y si no valdrá la pena ir pensando en nuevas vías de comunicación directa, a través de nuevos jugadores que se encuentren fuera de las redes sociales tradicionales y puedan ofrecer la libertad de opinión que en algún momento el internet brindaba.

Recuerdo el dicho que señalaba que desde que se inventó la imprenta, la libertad de prensa es la voluntad del dueño de la imprenta. Hoy son los dueños de las redes sociales, quienes parecen estar dispuestos a imponer cuál es la voluntad correcta que se alinea con el concepto de libertad permitido. 

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(La autora, Gaby Osorio, es diputada de Tlalpan en el Congreso de la Ciudad de México. @Gabyosoriohdz).