“La reina del mundo es la fuerza y no la opinión; pero es la opinión quien usa de la fuerza”.  

Blaise Pascal

 

 

Si escribir a diario es un ejercicio difícil que requiere de disciplina, concentración y claridad de ideas, el decidir de qué escribir es lo más complicado para quienes realizan esta labor.

Lo más sencillo (y por ende lo más común) es dejarse llevar por los sucesos del día y sobre ellos elegir el más destacado para disertar sobre él, abonando a que la opinión publicada parezca opinión pública sin necesariamente serlo.

Complicado es separarte del resto y encontrar una perla para sobre ella elaborar una premisa, desmenuzarla, tomar una posición y defenderla en unas cuantas líneas. Si se hace con talento encontrarás a otros que se enganchen del tema y así se dará inicio a un debate público que, en el mejor de los casos, levantará ámpula y entonces será lo que hoy llaman “tendencia” y con ello se formarán grupos a favor y en contra, convirtiendo aquel texto inerte en una “opinión pública”.

Igual sucede con los modernos “influencers” que opinan sobre la temática cotidiana y la mezclan con cualquier cantidad de tonterías, frivolidades y temas insulsos para atraer público. De ellos, lo sabemos, la inmensa mayoría “infla” el número de sus seguidores de manera artificial, pero la realidad es que en la mayor parte de los casos sus opiniones son vistas como eso, la simple opinión de fulano o mengana, sin que esto necesariamente signifique una influencia directa sobre los receptores. Así que ni tan “influencers” los influencers.

El mayor reto para ambos, opinadores e influencers es encontrar temas que sean de verdad importantes y escudriñarlos desde una óptica que le resulte interesante al lector. Puedes abordar el tema más importante del futuro del planeta, pero si lo haces desde una perspectiva apegada a la academia a nadie le importará o bien, como muchos de los modernos comentaristas, puedes hacerlo insertando mentadas de madre o “pendejeando” a unos y otros aquí y allá, y con ello buscan notoriedad, pero no contenido y seriedad al fijar una posición.

Mi reconocimiento a todos por el esfuerzo de detener el paso un momento para reflexionar sobre un asunto y expresar su punto de vista. Tanto a los que se dejan llevar por la agenda mediática como a los que buscan, batea en mano, encontrar una pepita de oro entre las rocas de un río. A final de cuentas es su opinión, respetable aunque muchas veces poco respetada, pero su opinión y de ella requerimos para seguir avanzando como sociedad.

ftijerin@rtvnews.com