“Ni siquiera Dios puede cambiar el pasado”  

Agatón

Y de pronto te das cuenta de lo afortunado que has sido. De los personajes destacados a los que tuviste en algún momento la oportunidad de conocer y convivir con ellos y no puedes menos que dar gracias. Genios, figuras, reconocidas personalidades a nivel internacional que han vivido en nuestro Monterrey que teníamos al alcance de la mano, a los que nos encontrábamos un día sí y otro también en cualquier lugar y que con sencillez y humildad te saludaban y te brindaban la oportunidad de compartir un momento.

Estrechar la mano de don Luis Elizondo un día siendo un jovencito, fue un privilegio como lo fue charlar con don Lupe Partida o escuchar a Chago Morales y Rosendo Arizpe cantar “El clavel del aire” en el “333” de Avenida Constitución.

Que un día en la bohemia del “Chapeados” te acompañara una canción Carlos Castillo con su guitarra o que en “El Bar de Gil” se le ocurriese subir a don Max Ruiz para acompañarte al piano. Que en restaurante “La Gloria” en Las Mitras llegase el maestro Inocencio Rodríguez y de pronto aparecieran 20 acordeones juntos tocando y te invitasen a acompañarles.

Que una tarde, de la nada, René Alonso tuviese ganas de declamar y te obsequiase con su voz. Que un día y por una circunstancia me estuviesen haciendo coros mientras cantaba con una guitarra dos de los internacionales hermanos Zavala. Cantar “Mi Ciudad” a dueto con Viola Trigo.

Hacer una primera voz con Chamín Correa, los Tres Caballeros y Gilberto Puente, un agasajo. Y eso sólo en la música, porque en los toros disfrutar de una tarde charlando con Manolo Martínez era un privilegio para escasos seleccionados, como acompañar de gira a Eloy Cavazos a sus actuaciones una delicia.

He tenido, por mi trabajo, la oportunidad de convivir y estar con gobernadores, alcaldes y diputados, con Senadores y he podido saludar a Presidentes; he sido amigo de Rectores de Universidades y he contado con el privilegio de la amistad de grandes hombres de empresa. En la comunicación he tenido el privilegio de conocer y tratar a verdaderos monstruos del periodismo de los que aprendí.

No me puedo quejar, he tenido una vida plena, llena de vivencias y rodeado de gratísimas personas.

Soy afortunado, no lo puedo negar.

ftijerin@rtvn