Cara a Cara

Durante tres días en Bruselas, los líderes europeos se han reunido en el Consejo Europeo extraordinario. Está en juego el acuerdo sobre el Fondo de Recuperación y el presupuesto de la UE 2021-2027, al que se vincula el nuevo sistema de ayuda y préstamo para hacer frente a la emergencia económica causada por el coronavirus. Una lluvia de miles de millones. Sin embargo, el enorme esfuerzo económico no encuentra a todos los líderes de la UE de acuerdo y el Consejo Europeo busca desesperadamente un compromiso. El futuro político de la UE y el concepto de solidaridad detrás de él están en juego. Los jefes de Estado y de gobierno de los 27 Países miembros han sido convocados por el presidente Charles Michel desde el viernes 17 de julio para un largo y difícil maratón de negociaciones para los diferentes intereses en juego. Es la primera cumbre presencial desde que estalló la pandemia.

El papel de Alemania

Alemania asumió la presidencia rotativa del Consejo de la UE el 1 de julio. Esta tarea ha impuesto un papel importante para Berlín como mediador y guía, tarea que en el pasado, a menudo, ha ejercido con menos intensidad y con poco esmero, prefiriendo la táctica para guiar las elecciones europeas sin dejar de ser el centro de atención. Para la cancillera Angela Merkel, que se dirige hacia el final de su mandato político, estos seis meses serán su legado para la construcción europea, la cual está experimentando un momento de grave crisis y balcanización. El lema elegido por la presidencia es emblemático: "Juntos por la recuperación de Europa". La propuesta de la Comisión de la UE de un Fondo de Recuperación que consiste en transferencias no reembolsables a cambio de reformas y préstamos es el resultado de la fuga hacia adelante del eje imperial Berlín y París, que han impuesto a los demás Estados miembros la necesidad de “solidaridad europea” ante la crisis y que se ha desatado por el Covid-19: los que tienen más deben ayudar a los que tienen dificultades. O en otras palabras, como explicó Merkel: "Europa nos necesita, tanto como nosotros necesitamos a Europa". Llegar a un acuerdo en este Consejo daría la señal de un acuerdo entre los Estados de la UE que por el momento no es posible ver. Pero Merkel es muy cautelosa: "Las diferencias siguen siendo muy, pero muy grandes y no podemos predecir si podremos lograr un resultado", dijo al llegar a la cumbre de la UE: "Se esperan negociaciones muy, muy difíciles".

"Gobernance", Holanda contra todos

Todavía hay cinco nudos que desatar, dos de los cuales son políticos. Primer punto la así mal llamada gobernance, es decir, las normas sobre el uso de los fondos: los Países Bajos quieren un voto unánime en el Consejo (en la práctica, el derecho de veto) para la aprobación de los planes nacionales de recuperación, que contienen las reformas que los Países deben implementar para obtener el dinero. Los otros 26 Estados miembros no están de acuerdo (ni siquiera los otros Países nórdicos). Pero el Primer ministro holandés, Mark Rutte, parece inamovible. Después de todo, como el mismo explicó en una entrevista por el periódico de la clase media italiana Il Corriere della Sera, para Holanda, "los Estados que necesitan y merecen ayuda también deben asegurarse de que en el futuro puedan hacer frente a tales crisis de manera contundente por sí mismos". Y Rutte quiere estar seguro de que esta vez las reformas estructurales realmente se están llevando a cabo, en resumen, no confía en Italia y otros Países de la UE que todavía tienen una deuda pública excesivamente alta. También surgió la idea de recurrir a un "freno de emergencia" que permitiría a un gobierno solicitar una discusión en el Consejo, si se considera que haya un Pais que no está cumpliendo con sus compromisos sobre reformas estructurales. Para Italia es inaceptable. La propuesta del Presidente de la Comisión Charles Michel, que aceptó la de la Presidencia alemana, prevé que el Consejo podría decidir por mayoría cualificada en dos meses sobre una propuesta de la Comisión, a la que le seguiría un máximo de cuatro semanas para el desembolso.

Respeto del estado de derecho

Luego existe también la cuestión del vínculo entre la ayuda y el respeto del Estado de derecho. El Primer ministro húngaro, Viktor Orbán, pide no solo eliminar el vínculo entre los fondos y el respeto de las normas democráticas, sino también el compromiso para modificar el Artículo 7 del Tratado en un futuro próximo, o lo que permitiría a la UE sancionar a un miembro que no respeta los valores comunes previamente establecidos. Una propuesta tan inaceptable que muchos se preguntan si no es una estrategia para obtener más (o más fondos). Polonia, que a su vez tiene problemas respecto a la cuestión sobre el respeto del Estado de derecho en su País, tiene una posición más matizada. Se trata de un terreno bastante difícil porque los valores subyacentes a la UE están en juego o simplemente, de hecho, están sobresaliendo afuera la verdad sobre una comunidad europea sin valores o principios éticos y morales y que va hacia una balcanización de la región frente a la primera crisis económica por el Covid-19 y que es política, destacando así una crisis que va más allá de la pandemia y que es la de un capitalismo tardío, basado sobre un sistema neoliberal cínico y grotesco, que va en contra a la solidaridad económica y social que se debería poner en marcha hoy día en favor de los pueblos trabajadores de la eurozona. Pero los intereses son otros.

El importe del presupuesto de la UE y los "frugales"

El importe del próximo presupuesto de la UE para 2021-2026: la propuesta de Michel, que parece ser la base de las negociaciones, indica un valor de 1.074 mil millones, pero para algunos Países nórdicos es aún demasiado. Dinamarca apostaría a 1.050. Los llamados "frugales" (Holanda, Austria, Dinamarca y Suecia, a los que Finlandia también se ha unido), ya durante las negociaciones sobre el presupuesto de la UE 2021-2027 en febrero se habían opuesto a contribuciones adicionales. Italia está en contra de una reducción del personal (incluso el Parlamento de la UE, que había propuesto también unos 1.300 millones de dólares y que decidió junto con el Consejo).

Volumen del fondo de recuperación y saldo de transferencia de préstamo

También se está negociando sobre el volumen del Fondo de Recuperación. La propuesta de Michel no ha cambiado la de la Comisión que prevé 250 mil millones de préstamos subsidiados y 500 mil millones de transferencias no reembolsables. Los llamados "frugales”, es decir, los Países Bajos, Austria, Suecia, Dinamarca y Finlandia, desearían una reducción en la cifra y un equilibrio diferente entre las ayudas y los préstamos, que están más desequilibrados hacia estos últimos. Italia mantiene su firme posición para el mantenimiento integral del paquete, lo que garantizaría una financiación de alrededor de 173 mil millones. Pero la negociación tendrá que conducir a un compromiso. Entre las hipótesis, una reducción en las transferencias que se asignarán a programas distintos del programa que prevé la ayuda a los Estados miembros de la UE a cambio de reformas (Fondo de Recuperación y Resiliencia). Los 500 mil millones propuestos por la Comisión de la UE son demasiados para los países 'frugales'. Holanda, Austria, Dinamarca y Finlandia que piden a gritos reformas draconianas, antisociales, contra los trabajadores italianos, es decir, hasta el aumento de la edad de jubilación que en Italia, ya es en los 61 años y 2 meses frente a una edad de jubilación en los Países Bajos de 63 años y 3 meses. Más sacrificios para los trabajadores del Sur de Europa, para solucionar la “crisis” de la clase media de los “avanzados” en derechos civiles Países nórdicos.

Reembolsos

Finalmente, los "reembolsos", el mecanismo de corrección que "devuelve" fondos a Alemania, Holanda, Austria, Suecia, Dinamarca y que ve a todos los demás Países en contra. La Comisión ya había indicado su intención de evitar la cancelación de los descuentos que, aunque ahora tienen poco sentido al nacer a raíz del "descuento" británico obtenido en la década de 1980 por Margaret Thatcher con el grito de "Quiero que me devuelvan mi dinero", son políticamente muy importante para los gobiernos de esos Paises y están en la mesa de negociaciones sobre el Plan de Recuperación desde el principio.

Estás son las bases del conflicto y que en las próximas horas y días verán una solución política o en el peor de los casos un aumentar de una crisis política que podría llevar en breve tiempo a una salida de la UE por parte de unos de aquellos Países miembros aquí mencionados, entre estos, la misma Holanda o Italia.