Una niña triste en el espejo me mira prudente y no quiere hablar<br>Hay un monstruo gris en la cocina<br>Que lo rompe todo<br>Que no para de gritar<br><br>Tengo una mano en el cuello<br>Que con sutileza me impide respirar<br>Una venda me tapa los ojos<br>Puedo oler el miedo y se acerca<br><br>Tengo un nudo en las cuerdas que ensucia mi voz al cantar<br>Tengo una culpa que me aprieta<br>Se posa en mis hombros y me cuesta andar<br><br>Pero dibujé una puerta violeta en la pared<br>Y al entrar me liberé<br>Como se despliega la vela de un barco<br>Desperté en un prado verde muy lejos de aquí<br>Corrí, grité, reí<br>Sé lo que no quiero<br>Ahora estoy a salvo<br><br> <br><br>

María de los Ángeles Rozalén Ortuño

Dos días intensos para nuestro país, el 8 por ser día internacional de la mujer, donde salimos a marchar para exigir justicia y seguridad para todas nosotras. El tener 10 feminicidios al día en nuestro país, demanda esa muestra de hartazgo, y de ahí surgió #El9NadieSeMueve, como una continuación en silencio de esa falta de tantas mujeres muertas de forma cobarde.

El no salir a las calles, mantenernos en casa, no comprar era una pequeña muestra de la falta de tantas mujeres que un día salieron de su casa, para ya nunca volver. Ciudades a medio gas, con un costo económico superior a los 40,000 millones de pesos, son muestra de la urgente necesidad de no perder ni una más.

Las preguntas a contestar, después de lo logrado, ¿qué más sigue?, ¿dónde vamos? Y cómo pensamos alcanzarlo. Para ello, tenemos que tener en cuenta, que no podemos ir solas o solo clamar al viento cada día internacional de la mujer. Es momento de trabajar en diversas formas. La primera con nuestra familia y entorno más cercano. Medidas de cuidado y seguridad, para después de ello, hacerlo de la mano de las autoridades. Exigiéndoles soluciones adecuadas a tan terrible problema.

Ejemplos los hay. Como en Escobedo Nuevo León, donde la alcaldesa Clara Luz Flores Carrales implementó el modelo “Puerta Morada”, el cual ha sido duplicado en otras instancias de gobierno.

Puerta violeta, surge de la canción de Rozalén y si bien en su canción utiliza la imaginación para salir huyendo de situaciones de violencia. En Escobedo y otras ciudades del país es un sistema de protección contra la violencia a las mujeres. El nombre es importante, iniciando con el color morado el cual representa repudio a cualquier tipo de violencia ejercida en contra de las mujeres.

No solo se trata de refugios temporales, conforma todo un sistema de protección a las mujeres violentadas en sus hogares, al grado que “Puerta Violeta” esta siendo adoptado como modelo a nivel nacional por el gobierno federal.

En primer término, es concientizar a las mujeres de un sistema de albergues para resguardarlas si son víctimas de violencia familiar. En caso de necesitar estos refugios, las víctimas pueden acudir a uno de diversas formas. Mientras están ahí, se toman medidas cautelares para impedir que la violencia se reitere.

Entre otras, se tiene una división de policía familiar, integrada fundamentalmente por mujeres que intervienen en los casos de agresión femenina. Dependiendo el tipo de agresión, se puede llevar el caso a la fiscalía o bien a través de un grupo de psicólogas y trabajadoras sociales se presta atención a los agresores para atender las causas de la violencia y evitar su repetición. Dicha atención también se presenta a las víctimas mientras se encuentren en los refugios y si así lo desean, a la salida de los mismos.

Por supuesto que hay toda una red de refugios temporales en nuestro país para mujeres violentadas, pero carecían de la atención integral tanto a la víctima como al victimario. Además de ofrecer un seguimiento puntual a cada caso, lo cual permite, generar un ambiente de protección a la víctima.

Si esta “Puerta Violeta” funciona, podría ser una opción para muchas mujeres en nuestro país que fallecen a manos de sus asesinos, por el simple hecho de ser mujer. Ojalá la alcaldesa Clara Luz y su equipo, logren exportar este modelo exitoso de enfrentar la violencia hacia la mujer. Ojalá en el mismo sentido, todos entendamos que no es un problema de “nosotras”, es de todos.

Momento que la Puerta Violeta, sea la casa de cada una de nosotras, mientras tanto, la propuesta de Clara Luz Flores, ofrece más que la pintura de una canción. Poético ejemplo donde el arte ilumina a la política pública.