#Vaya artículo el de ayer 24 de septiembre, publicado en Milenio, del embajador Agustín Gutiérrez Canet, "Sin ataduras. Diplomacia cultural, opaca transparencia".

√ “Si en la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE) promueven nombramientos ilegales como embajador eminente, también crean de manera irregular el puesto de director ejecutivo en diplomacia cultural”.

Gutiérrez Canet basa su análisis en una investigación de Eduardo Cruz Vázquez, quien ha sido agregado cultural, “Ilegalidad en la diplomacia cultural; ¿por qué así, Marcelo Ebrard?”.

√ “Cruz Vázquez puso en evidencia que la estructura administrativa de dicha área de la SRE carece de base legal, creada en la práctica desde el inicio de la presente administración, en diciembre de 2018, sin tener la autorización de las secretarías de la Función Pública y de Hacienda”.

√ Aunque tal dirección no existe, el director, Enrique Márquez —como él mismo lo informa en Twitter— viaja por el mundo ejerciendo su falso cargo.

√ “La Dirección Ejecutiva de Diplomacia Cultural tiene la vida que le da Marcelo Ebrard en la ilegalidad”, cita Gutiérrez Canet a Cruz Vázquez”.

√ ¿Por qué Ebrard viola la ley de esa manera?

Responde Cruz Vázquez: para tener contento a su “entrañable maestro”, Enrique Márquez, “con quien hizo equipo al lado de uno de sus mayores benefactores, el ya fallecido Manuel Camacho Solís (1946-2015), en esos tiempos cuando el PRI era su partido”.

Paliza doble a Enrique Márquez

El viejo aliado de Marcelo Ebrard intentó refutar a Cruz Vázquez y a Gutiérrez Canet con una carta difundida en Twitter.

Le habría ido mejor a Enrique Márquez si se hubiera quedado callado. Y es que en la réplica, también en Twitter, Gutiérrez Canet simple y sencillamente lo hizo pedazos, por segunda ocasión, y ya se sabe que nada hay más dañino en el boxeo que el uno-dos:

√ “Agradezco su atenta carta…, que usted firmó como ‘director ejecutivo de Diplomacia Cultural’…”.

√ “Respetuosamente, me abstengo de dirigirme a usted, señor Márquez, como ‘director ejecutivo de Diplomacia Cultural’, pues ese título no existe en la estructura orgánica de la Secretaría de Relaciones Exteriores”.

√ “El artículo 37 del reglamento interno de la SRE.. se refiere a la Dirección General de Cooperación Educativa y Cultural, y no a la inexistente ‘Dirección Ejecutiva de Diplomacia Cultural’…”.

√ “Las secretarías de la Función Pública y de Hacienda no han autorizado los cambios solicitados de la estructura orgánica”.

√ “Respecto a su artículo sobre la miseria política (publicado por Márquez en El Universal y mencionado por este hombre en su respuesta a Gutiérrez Canet), reconozco que no he tenido tiempo de leerlo. Lo haría con gusto, para conversar sobre el cinismo y arrogancia que parecen caracterizar algunas prácticas en la SRE, que quizá usted podría compartir en sus textos”.

¿Valía la pena, Marcelo?

"Pero que necesidad,<br>Para que tanto problema".

Juan Gabriel

Lo legal sería que Enriquez Márquez fuera director de Cooperación Educativa y Cultural, cargo que sí existe. ¿Por qué darle el título ficticio de director de Diplomacia Cultural? La única respuesta que se me ocurre es que así lo exigió el señor Márquez, quien siempre me ha parecido un tipo arrogante e imprudente.

Comprendo que el canciller Ebrard quiera hacer sentir bien a su maestro de muchos años, pero ¿violando la ley tan a lo tonto? Como si Marcelo —hoy excesivamente golpeado por Muñoz Ledo—, no tuviera ya suficientes problemas, la frivolidad de inventar puestos lo ha metido en un nuevo conflicto.