Si yo fuera el rey, reformaría un abuso que condena por así decir a la mitad del género humano... Haría participar a las mujeres en todos los derechos de la humanidad y sobre todo en los del intelecto... Estoy persuadida de que muchas mujeres o ignoran sus talentos, por el vicio de su educación, o los esconden por prejuicio y falta de coraje en su espíritu.<br>

Marquesa de Châtelet. 1706-1748

Cada feminista tiene su propio camino para intentar llegar al cielo

Muchas mujeres piensan que es buena idea protestar con un día sin ellas. Han organizado un paro de actividades femeninas a celebrarse el 9 de marzo. Sobran empresas e instituciones que no sancionarán descontando el día de salario a quienes participen. En SDP Noticias y El Deforma así ocurrirá por decisión de la directora editorial, Liz Flores. No es un "permiso" para protestar, que ellas no necesitan: es una simple forma de apoyar una protesta justa, que ojalá resulte muy exitosa.

Por cierto, no me gustó del todo el anuncio que hizo uno de los medios de comunicación más admirados de México, Radio Fórmula: pidió algo no muy adecuado a sus trabajadoras que se sumen al paro: realizar ‘home office’, o sea, laborar desde casa. Creo que esa no es la idea de la protesta. Ojalá el principal directivo de Fórmula, Jaime Azcárraga, un gran empresario honesto y trabajador como pocos, rectifique y simplemente permita que las mujeres que protesten no hagan nada y no se les rebaje lo que ganan por jornada diaria.

El principal empleador de México, el gobierno federal —así lo dijo el presidente AMLO el viernes pasado en La Paz, Baja California Sur— no sancionará de ninguna manera a las mujeres que el 9 de marzo se queden en casa. Ello significa que no se descontará el salario a las trabajadoras que falten ese día: maestras de todos los niveles educativos, ingenieras —de Pemex, CFE, etcétera—, secretarias de Estado, médicas, enfermeras, abogadas, investigadoras, directoras, etcétera.

Claro está, hay mujeres —no pocas y sí de las más destacadas— que no están de acuerdo con el paro del 9 de marzo. En los grupos de izquierda se piensa que la derecha ha politizado, en el mal sentido de la palabra, la protesta de no ir a trabajar y, por lo tanto, no la apoyan. Una de ellas, Irma Eréndira Sandoval, secretaria de la Función Pública, preferiría un día sin hombres. Lo dijo en Twitter y la lincharon.

¿Existe una solo forma de protestar para exigir que mejore la situación de las mujeres? No, desde luego. Si la señora Sandoval prefiere trabajar el 9 de marzo en vez de quedarse en casa, muy su derecho. A una mujer tan independiente, preparada y comprometida con las mejores causas sociales, no se le puede acusar de atentar contra el feminismo o de no tener criterio propio. Es verdad, el presidente López Obrador piensa que han contaminado el paro de actividades los peores representantes de la derecha —los personajes, femeninos y masculinos, menos comprometidos con las mujeres. Pero Andrés Manuel no es el único que lo ve así. Opino lo mismo y, evidentemente, Irma Eréndira ha llegado a tal conclusión.

No es tan difícil el diagnóstico: las dirigencias del PAN y México Libre, que durante décadas se han opuesto a derechos fundamentales de las mujeres, como el aborto, han utilizado el #UnDíaSinMujeres para sus afanes politiqueros dirigidos a golpear a la 4T. La secretaria de la Función Pública seguramente no está de acuerdo con semejante grilla y prefiere no participar.

¿Por qué en medios y redes sociales la golpean tanto? Porque seguimos siendo una sociedad que busca la unanimidad. Se nos olvida que si algo atenta contra la democracia es eso, precisamente, la unanimidad. Me viene a la mente aquello de Voltaire sobre los ingleses:

El inglés como hombre libre va al cielo por el camino que elige. Si en Inglaterra no existiese más que una sola religión, el despotismo se habría desarrollado de una manera formidable; si hubieran existido dos, los ingleses se habrían cortado la cabeza los unos a los otros; pero como hay 30 religiones todos conviven felices y en paz.

Voltaire

Ojalá se deje en paz a la secretaria Sandoval y a todas las mujeres que piensan distinto. A Irma Eréndira se le ha insultado de más, lo han hecho inclusive activistas del feminismo que indebidamente exigen lo que no es deseable en una sociedad libre: un solo camino para buscar alcanzar ciertos objetivos

Voltaire y su amante matemática

Como muchos grandes pensadores, Voltaire si no era misógino, se expresaba en términos poco adecuados acerca de las mujeres, al menos así se le cita en numerosos sitios de internet especializados en denunciar el machismo:

√ “El primero que comparó a la mujer con una flor fue un poeta; el segundo, un imbécil”.

√ “Las mujeres son como las veletas: sólo se quedan quietas cuando se oxidan”.

√ “Una mujer amablemente estúpida es una bendición del cielo”.

El hecho es que Voltaire no buscó la bendición de “una mujer amablemente estúpida”, sino que prefirió la compañía de una señora —matemática, física, traductora de Newton— bastante inteligente e instruida y, con toda seguridad, amable con el filósofo solo cuando él lo merecía y cuando no, pues no.

En un artículo de El País, Fernando Savater dijo que Voltaire sobre todo admiraba a Gabrielle Émilie Le Tonnelier de Breteuil, marquesa de Châtelet:

Nunca tuvo un amigo más inteligente ni mayor complicidad con nadie. También sentía algo así como una rara ternura (¡él, tan seco, tan cáustico!) por su lado convencionalmente femenino, aficionada con exageración a las joyas, perifollos y potingues de maquillaje. La llamaba ‘Madame Newton-Ponpón’

Savater

Vale mucho la pena ese artículo de Savater:

Pero ante todo, por encima de todo, contra todo, (Madame de Châtelet) se dedicó a la filosofía y no al prejuicio, a la ciencia y no a la superstición, a la pasión y no a la gazmoñería, al juego y no a la oración, a la felicidad y no al renunciamiento. No se entregó al confesor ni a la familia, sino a Voltaire. Y cuando años después comprobó que el enciclopedista, además de descuidarla por otras, ya flaqueaba a la hora sagrada del empuje erótico, se buscó un amante joven y vigoroso, incluso demasiado vigoroso quizás. Hizo bien, que caramba: chapeau!<br><br>Han pasado tres siglos y hoy abundan las mujeres —no tantas como podría suponerse, desde luego, pero hay bastantes— que llevan sin especial alharaca vidas razonablemente semejantes a la de Madame de Châtelet. Seguramente no traducen la Eneida ni comentan a Newton, no discuten de física con los mayores sabios de la época mientras se codean con príncipes y se acuestan con duques, pero se las apañan bastante bien para ser cultas y libres.<br>

Savater

El tema de Voltaire, su misoginia y su relación sentimental con una de las mujeres más feministas y sabias de su tiempo, se me vino a la memoria por aquello de que en una sociedad abierta cada quien debe elegir el camino que se le pegue la gana para llegar al cielo…

Voltaire y la lotería

Como la derecha mintió al decir que AMLO no quería hablar de feminismo para no quitarle atención a la rifa, vía la Lotería Nacional, de una cantidad de dinero equivalente al avalúo del avión presidencial, recordé que Voltaire se hizo rico con la lotería de su tiempo.

El mayor éxito económico del escritor se debió a que conoció al matemático Charles Marie de la Condamine, quien había desarrollado un método para ganar en la lotería. Ellos se aprovecharon de una buena idea mal ejecutada del ministro de Finanzas, Michel Robert Le Pelletier-Desforts. Debido a la metida de pata de este funcionario, quien tenía un enorme conocimiento técnico, inclusive por tradición familiar, acerca de cómo administrar el Estado —un verdadero tecnócrata hijo de tecnócrata—, pero que era tan burro que dio una valiosa demostración de que para gobernar se necesita mucho más que credenciales profesionales, por así decirlo.

El tal Pelletier-Desforts, no por inteligente sino por la desfachatez de Voltaire, se dio cuenta de que el filósofo y el matemático estaban aprovechándose de las fallas en el diseño de la lotería, y los demandó. Pero en el juicio Voltaire y sus socios (algunos inversionistas) derrotaron al ministro. El juez determinó que el método diseñado por Charles Marie de la Condamine para ganar una y otra vez la lotería no era ilegal. Obviamente, el tecnócrata ministro de Finanzas fue destituido por idiota.

Voltaire de esa manera obtuvo una fortuna que le permitió dedicarse a hacer su santa voluntad con su novia física y matemática. Aquí una buena narración de esa historia.

Creo que en la rifa del avión no hay condiciones para que un matemático, un filósofo y algunos inversionistas se queden con todos los premios. Pero, por las dudas, bien hará Andrés Manuel en supervisar qué va a pasar con los cachitos que adquirirán los empresarios que han decidido cooperar.