Germán culturalmente panista

No estaba en los planes del presidente AMLO que Germán Martínez dejara la dirección del IMSS y volviera su escaño en el Senado.

Se equivocó Andrés Manuel al incluirlo en su equipo de trabajo en el poder ejecutivo. También se equivocó Germán al aceptar una responsabilidad que no iba poder cumplir dada su cultura de trabajo adquirida en el PAN, tan distinta a la de la 4T —ni mejor ni peor, conste: simplemente diferente—.

Urzúa, el doble error

No estaba en los planes del presidente López Obrador que Carlos Urzúa estuviera tan poco tiempo al frente de la Secretaría de Hacienda. Se equivocó AMLO al invitarlo a colaborar de nuevo… y es que, otra vez, Urzúa tiró la toalla y se rindió antes de tiempo.

Ya había ocurrido en la Secretaría de Finanzas capitalina cuando Andrés fue jefe de gobierno del entonces llamado Distrito Federal. Urzúa, por supuesto, se equivocó también: si no tenía la disciplina que exige el servicio público, si lo suyo era la academia, jamás debió haber aceptado un cargo tan importante.

Ambientalistas: de la amiga de los duendes mayas al académico con estrés

No estaba en los planes de Andrés Manuel tener, en menos de dos años de gobierno, dos secretarias y un secretario de Medio Ambiente

Se equivocó el presidente de México al nombrar, primero, a una mujer no del todo estable —hablaba con duendes mayas y tiene todos los defectos del juniorismo político mexicano— como Josefina González Blanco Ortiz Mena, y después volvió a fallar al entregar el cargo a un académico todavía más indisciplinado que Urzúa y, por lo demás, absolutamente estresado como Víctor Toledo. Parece al fin haber acertado con María Luisa Albores.

Jiménez Espriú, la mala comunicación

No estaba en los planes que Javier Jiménez Espriú, uno de los ingenieros más competentes de México, dejará tan pronto la Secretaría de Comunicaciones. Se fue por mala comunicación con su jefe, el presidente AMLO. Los dos se equivocaron cuando no pudieron ponerse de acuerdo.

Peralta y sus conflictos

No sé por qué el polémico Ricardo Peralta dejó la Subsecretaría de Gobernación, donde contaba con todo el apoyo de la secretaria, Olga Sánchez Cordero. Quizá se trató de un castigo por tantos conflictos en los que participó, pero si fuera el caso, esto debió ocurrir bastantes meses antes. Quizá se le envió a la reserva a esperar cambios sí planeados en el gabinete, que llegarán, llegarán.

Margarita, primer cambio sí planeado, pero no electoral

Ya antes hubo un cambio sí planeado. En efecto, estaba en los planes que Margarita Ríos Farjat durara muy poco tiempo como jefa del Servicio de Administración Tributaria. Cumplió una misión, la de ordenar en términos jurídicos los procedimientos para cobrar impuestos, y una vez hecho esto se fue a un cargo de mayor relevancia, ministra de la Suprema Corte de Justicia de la Nación. Esta fue la primera renuncia sí planeada en el gabinete de AMLO.

Durazo, llamado a ser gobernador con todo el apoyo de AMLO

Pronto Alfonso Durazo dejará la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana. Este es el cambio más planeado e inclusive anunciado de todos.

Se sabe que a finales de este mes de septiembre, a más tardar el próximo octubre, Durazo, sin duda el funcionario más eficaz, profesional, experimentado y disciplinado de la 4T renunciará a la dependencia que encabeza para buscar ser gobernador de Sonora. Y es que, para convertirse en el primer gobernante sonorense de izquierda, incansablemente se ha preparado Durazo desde 2006. 

Nieto, ¿premio o castigo?

No sé si esté en los planes que Santiago Nieto renuncie a la Unidad de Inteligencia Financiera para buscar la gubernatura de Querétaro. Aunque es inteligente, tiene buena imagen y ha ofrecido resultados en lo que se refiere al combate al lavado de dinero, no sé si le alcanzaría con ello para derrotar al PAN en la entidad en la que este partido conservador tiene mayores posibilidades de seguir en el poder. Ya se verá.

Andrés y el difícil arte de no equivocarse al invitar colaboradores

En fin, ojalá Andrés Manuel no se equivoque con los reemplazos de los funcionarios que, como Durazo y Nieto, dejarán sus cargos en el poder ejecutivo para emprender aventuras electorales. No más Urzúas indisciplinados, no más Josefinas esotéricas, no más Germanes culturalmente panistas, no más Espriús que no se comunican, no más Toledos estresados. Necesita profesionales serios, sí, como los actuales titulares de la Secretaría de Seguridad y de la Unidad de Inteligencia Financiera. Existe, no deberá Andrés Manuel precipitarse al buscarlos.