“El subsecretario para América del Norte, Jesús Seade Kuri, está siendo investigado por peculado y abuso de funciones, por utilizar recursos públicos y falsear comisiones de trabajo en varios viajes personales que realizó a Hong Kong, con la única finalidad de visitar a su esposa y a su familia que radican en esa ciudad asiática”. Así inicia la columna de este miércoles, en El Universal, del periodista Salvador García Soto.

La buena noticia es que ya lo investiga la Secretaría de la Función Pública. El columnista presenta evidencia documental de sobra de semejante irregularidad, que desde luego deberá ser sancionada.

Lo ilícito no debería radicar en el hecho de que vuele en clase ejecutiva o superior en las aerolíneas comerciales. Eso es algo que no debiera estar prohibido en trayectos tan largos como el México-Hong Kong.

Pienso que, sobre todo personas de más de 70 años de edad, como el señor Seade, si viajan por trabajo justifican hacerlo en la cabina de mayor costo. No debería necesitar justificaciones médicas, como las que ha presentado Seade, para volar con cierta comodidad. Es mi opinión.

Por cierto, creo que el presidente López Obrador, quien no es un jovencito y ha tenido problemas de salud en el pasado, no debería castigarse tanto cada semana transportándose en la cabina, mucho más barata, llamada turista.

Andrés Manuel realiza pocos viajes internacionales; solo ha hecho uno, a Washington, y en los dos vuelos de conexión, suficientemente largos, no se sentó en clase ejecutiva.

Ha dicho AMLO que si lo invitan a China a dialogar con el gobernante de ese país, volará en los asientos baratos de los aviones comerciales. Le creo. Por solidaridad con la gente que no puede pagarse ningún lujo, no viajará a Asia en clase ejecutiva.

En mi opinión será un error porque el presidente López Obrador podría lastimarse la espalda. Hay que tener en cuenta que no llegaría a descansar y a estar en el ocio dos semanas antes de volver a México; sí, precisamente de turista. Andrés más bien llegaría, trabajaría y volvería a nuestro país en menos de cinco días. No tiene sentido que se maltrate de más.

Pero, ni hablar, si en la 4T, por causa de la austeridad republicana, se prohiben los vuelos en las cabinas de mayor costo, entonces Seade ha violado una norma. Tendrá que ser sancionado por ello.

Pero no es lo más grave que ha hecho el subsecretario para América del Norte. Lo absolutamente inaceptable del caso, que tan bien ha investigado el columnista Salvador García Soto, es que Seade engañe a la Secretaría de Relaciones Exteriores, esto es, al gobierno de México, para que le paguen pasajes y viáticos, argumentando que visita Hong Kong por motivos de trabajo, cuando no es así: su responsabilidad está en Estados Unidos y Canadá.

Dice García Soto:

√ “Seade viajó en cinco ocasiones a la ciudad de Hong Kong, aunque siempre se trató de ir a visitar a su familia y nunca realizó actividades oficiales. No solo viajaba con gastos pagados y comisión con recursos públicos, sino con permiso de desentenderse de los asuntos oficiales de la subsecretaría a su cargo”.

√ “Entre los documentos y pruebas que acompañan la denuncia están también las copias de varios boletos de avión en primera clase y varios oficios de la Unidad de Transparencias de Relaciones Exteriores, en las que su titular, Elia García Moreno, responde a solicitudes de ciudadanos que pidieron información de los viajes y las comisiones de Seade”.

Jesús Seade, antes de que lo destituyan, debería renunciar hoy mismo. Como mínimo acto de respeto a sus jefes, el canciller Marcelo Ebrard y el presidente López Obrador.