He escuchado a López Obrador citar a Francisco Zarco: “la prensa se combate con la prensa”.

Andrés Manuel ha ganado las batallas importantes porque ha tenido de su lado a periodistas decentes, objetivos y valientes –casi todos ellos colaboradores de La Jornada– que han refutado con argumentos serios muchas de las equivocadas noticias sobre su persona y su movimiento que la mayoría de los medios han publicado –y con ello machacado– durante años.

No necesita el presidente de México –menos aún le hace falta a su portavoz, Jesús Ramírez– la acción para nada periodística de golpeadores como el colaborador de René Bejarano que ayer en la mañanera exigió, frente a AMLO y el titular de la Unidad de Inteligencia Financiera, Santiago Nieto, investigar las cuentas bancarias de algunos críticos de la 4T.

¿Colaborador de Bejarano? Pues sí, el hombre que se atrevió a pedir lo anterior no es periodista, sino asistente del político que más ha dinamitado a López Obrador. Y no para en su misión de dañar al actual presidente de México.

No es el único porro que participa en las mañaneras. Otro, Paul Velázquez, en el programa de YouTube de Vicente Serrano, Sin Censura, expresó su deseo de que le den un balazo a Isabel González, periodista de Excélsior.

Pregunto a Andrés Manuel y a Jesús, ¿en serio es periodista Paul Velázquez? Evidentemente no. Entonces, ¿qué hace en las mañaneras?

Hay que defender el diálogo de todos los días del presidente con los y las representantes de la prensa mexicana. Para que no se eche a perder, debe prohibirse que se metan a sembrar odio personas que nada tienen que ver con el periodismo real, verdadero y correctamente entendido.