Nada ha sido más dañino en el modelo capitalista como la especulación institucionalizada en las llamadas bolsas de valores del mundo. El opaco debut como lo definiera un artículo de CNNExpansión en su sitio de internet, demuestra lo que para muchos incautos les ha costado engancharse en un esquema de inversión basado en la especulación financiera.

Habrá voces que se desgarrarán en la defensa de estos nuevos modelos de manipulación económica mundial, pero jamás podrán ocultar las devastadoras consecuencias que pueden llegar a tener los cálculos mal elaborados.

Sólo basta recordar las consecuencias por la burbuja punto com que gracias a esa misma especulación de los mercados financieros, orillo a una crisis predictiva de lo que el mundo padeció con la Gran Recesión Norteamericana. Aunque algunos ilusos nos podrán argumentar que la recesión mundial fue a consecuencia de la quiebra de algunos bancos por sus innumerables carteras vencidas, no podrán ocultar la estrecha relación que tuvieron esos bonos de deuda, con las especulativas jornadas financieras en todas las casas de valores del mundo.

De nueva cuenta restablecido –parcialmente- la industria financiera norteamericana, y con el anuncio de la red social más grande del mundo llamada Facebook al mercado financiero especulativo, nos muestra que los dueños del dinero, una vez que se sienten restablecidos, regresan a las andadas timadoras.

Basta con leer algunos artículos que han salido a la luz respecto al “éxito” que ha tenido la empresa del joven Mark Zuckerberg para darnos cuenta que esto apenas es el comienzo de una posible y latente tragedia empresarial. Les parece poca cosa la pérdida de 20 mdd que ha reportado Citigroup por medio de su filial Automated Trading Desk, gracias a su osada compra de acciones, y si eso les sucedió a las grandes firmas, ni qué decir de los pequeños inversionistas como Carole Parker quien a pesar de su experiencia en le mercado bursátil, no fue exenta de las irregularidades sospechosas que Nasdaq ofrecía los títulos de Facebook. 

El economista Charles P. Kindleberge ha descrito la estructura básica que comprende una burbuja especulativa de cinco fases: la Sustitución: que es el incremento de un valor activo –lo que sucedió el viernes del arranque de Facebook en Nasdaq-; el Despegue: compras especulativas, ofrezco un precio ahora, para venderlo más caro después; la Exuberancia: el exceso del valor de un bono, sin ningún sustento; la Etapa crítica: escasean los compradores y algunos comienzan a vender por el pánico de perder; y el Estallido: el anuncio de sus acciones perdidas sin reembolso alguno.

Bonito debut en el mercado de valores para los compradores incautos, mientras tanto, Mark Zuckerberg incrementa su cartera gracias a la ayuda social de algunos que gustan jugar en la mundialmente conocida casa de apuestas conocida como bolsa de valores.

El Apunte

A pesar de la tendencia hacia la era digital, sigo pensando que nada agregará más valor que los activos tangibles de una organización, su capital intelectual y su infraestructura, son y serán los pilares de valor agregado en un modelo capitalista más equilibrado. La especulación, sólo ha venido a transformar al capitalismo en un esquema auto-destructor.