SDP: ¿Por qué dices hoy domingo en tu columna de Milenio que Margarita Zavala está creciendo? No son pocos los que ven que al contrario, ha ido a la baja, su libro no tuvo el impacto esperado, mientras que Ricardo Anaya y Rafael Moreno Valle siguen en la atención pública.
FB: En todos los estudios de opinión que evalúan a los posibles candidatos para 2018 Margarita aparece en primero o segundo lugar. En los últimos meses ha habido modificaciones, pero no en ese respecto. López Obrador y Margarita aparecen en el primero o segundo de los sitios, con la ventaja para Margarita que tiene menos negativos que López Obrador.
Ricardo Anaya y Rafael Moreno Valle han continuado en su labor de proselitismo abierto o encubierto. La ley es restrictiva de las libertades y eso ha llevado a la simulación. Ricardo Anaya, Rafael Moreno Valle y López Obrador son simuladores; su objetivo es la candidatura presidencial; dos aparecen como dirigentes pero actúan como candidatos y Moreno Valle ha comprado publicidad para promocionar un libro que a nadie interesa, es un vehículo para buscar posicionarse. Son simuladores.
SDP: ¿Margarita no estaría en el mismo caso?
FB: No, ella ha dejado en claro que busca la candidatura presidencial. Su libro no fue pretexto para promocionarse. Sí lo es el de Moreno Valle y el de López Obrador. Al menos Moreno Valle paga por la publicidad, en el caso de Ricardo Anaya y López Obrador, son los contribuyentes los que pagan porque se están promocionando con las prerrogativas de los partidos que vienen de los recursos públicos.
SDP: ¿Ve verás crees que Margarita puede ganarle a López Obrador?
FB: López Obrador ha sido muy hábil en volver políticamente incorrecto criticarle. La gira reciente a EU descubrió a un López Obrador autoritario, torpe y muy errático en el botepronto. Esto quiere decir que no tiene condición para la contienda o más bien no se está preparando para el debate y el escrutinio público. Lo va a haber y si él actúa como lo hizo en Nueva York, me temo que aunque ganara Morena el Estado de México, López Obrador no la tendría fácil. Los electores son más sofisticados ahora, el impacto de las redes y el desprestigio de los políticos significa que los electores pueden modificar con facilidad su preferencia. Hay mucho enojo y si López Obrador se pasa al canasto de los políticos que engañan o que manipulan, perdería una parte de los que ahora le prefieren.
Margarita, debe evaluársele a partir de su propia situación. Es decir, no obstante las limitaciones financieras, partidarias y mediáticas que enfrenta, persiste como número uno o dos en las encuestas. Esto quiere decir que sí está conectando. Que no le está sucediendo lo que a El Bronco o a otros que van a la baja o hay mucha volatilidad en la preferencia hacia ellos. Cualquier candidato que muestre consistencia, como Margarita o López Obrador, debe tomárseles en serio.
SDP: ¿No te da la impresión de que el PAN no dejará pasar a Margarita?
FB: El problema de Margarita no es el PAN, ni siquiera su élite, más bien está en la dirigencia. El PAN tiene una tradición democrática en la selección de su candidato presidencial, además si se llega el momento de que el PAN designe candidato y Margarita es quien puede ganar la elección presidencial, la presión que tendrían los electores y la misma dirigencia es que tienen que optar por la candidata con mejores posibilidades de ganar.
SDP: ¿Y Felipe Calderón? ¿No crees que es el problema de Margarita? Tú mismo te has referido al tema.
FB: Sí, Felipe Calderón plantea un reto serio a Margarita, pero hay varias cosas que están sucediendo. Por una parte, a Calderón se le empieza a ver de manera diferente en la medida en que la inseguridad ha repuntado y que muchos de los planteamientos que se hicieron en su gobierno, permanecen vigentes. En un estudio reciente de opinión del que no puedo dar más información reveló que Felipe Calderón mantenía un nivel aceptable de aprobación en la opinión pública.
Además, Felipe tuvo un muy encomiable manejo en dos temas de política internacional: Trump y Cuba. Lo ha hecho con cuidado y sin estorbar la postura del gobierno de Peña.
El ex presidente debe mantener un bajo perfil. Por su parte, Margarita debe plantarse como es. Todos quienes le conocen saben que tiene trayectoria propia, carácter y determinación. Le tocó ceder para dar espacio a Calderón Presidente, ahora le toca a Calderón ex Presidente, darle espacio a Margarita.
Tengo la impresión que es lo que está sucediendo.
SDP: ¿y el PRI? ¿Nadie del PRI está en la contienda para ganarle a López Obrador?
FB: No en estos momentos. Los posibles candidatos del PRI están en lo suyo, trabajando para el gobierno o en el caso de Eruviel para el Estado de México.
SDP: En tu texto te refieres a que el PRI va a elegir haciendo valer los usos y costumbres, ¿te refieres al dedazo?
FB: El PRI va a elegir de manera vertical al candidato. El peso del factor Peña crece si se gana el Estado de México, si se pierde seguirá siendo vertical, pero el Presidente tendrá que conciliar y su discrecionalidad se reduce. Si pierde con Morena, tendrán que hacer un cambio radical.
SDP: ¿Puede ganar el PRI en 2018?
FB: Es difícil pero no imposible. Los candidatos del partido gobernante siempre tienen la dificultad de los tiempos y eso los hace ingresar un poco tarde a la contienda. Le pasó a Josefina hace seis años. Sí puede ganar el PRI pero van a requerir un enorme esfuerzo de imaginación política y encontrar una forma disruptiva para apuntalar a su candidato. El PRI es muy ortodoxo y también lo es el grupo que ahora allí manda. No son tiempos de ortodoxia; lo disruptivo es lo de ahora. Si así se hace, incrementan las posibilidades de triunfo. El que no arriesga no gana. Eso vale para todos los partidos.
SDP: ¿Lo entenderá el presidente Peña?
FB: Depende del desenlace del Estado de México. Sí el PRI gana con ventaja amplia, hipótesis poco probable, esto llevará a la confianza al PRI y la ortodoxia prevalecerá. Si el PRI gana por poca diferencia o pierde, especialmente si gana la candidata de Morena, no habrá otra más que un proyecto disruptivo a manera de respuesta frente a la magnitud de la crisis.
SDP: ¿Qué quieres decir por disruptivo, un candidato inesperado como José Narro o qué?
FB: Lo disruptivo no solo está en el nombre, sino en el procedimiento. Yo pensaría en una elección abierta, en la que puedan participar prospectos del PRI y ciudadanos que cumplan con ciertos requisitos de afinidad partidaria. El PRI lo hizo en 1999 y votaron más de 8 millones de personas, pero participaron candidatos muy priístas, ninguno fue ciudadano o algo parecido, recuérdese: Labastida, Humberto Roque, Manuel Bartlet y Roberto Madrazo. Fue una elección democrática pero acotada por el perfil de los candidatos.
SDP: ¿No es mucha imaginación de tu parte?
FB :Sí lo es para quien suscribe la ortodoxia, y no solo son los priistas, también en la prensa, en la academia, en las élites hay falta de imaginación y una resistencia a negar la realidad y las expresiones de la nueva sociedad. Allí está la oportunidad. El que más tiene qué perder es quien más tiene que arriesgar ese es el dilema del PRI.
SDP: ¿Es lo mismo para el PAN?
FB: Es lo mismo para todos los partidos, incluyendo a Morena. La cargada hacia Andrés Manuel es un problema porque los peores son los que no quieren perder, no quieren competir y no defienden lo que creen, se acomodan. La cargada no es buena para Morena ni para López Obrador, ellos la están propiciando y lo único que están haciendo es que lo peor del PRD por ahora, y después del PRI y quizás del PAN se vayan sumando.
López Obrador o Margarita deben apostar a la sociedad. No a la clase política o a los intereses que se mueven en la economía. Los tiempos de ahora son una gran oportunidad para la oposición y un desafío monumental para el gobernante. De ninguna parte se ve que exista la sensibilidad sobre la situación actual. Por lo pronto López Obrador y Margarita son quienes encabezan las opciones de triunfo.