Los acercamientos entre el PRD y MORENA se han visto fortalecidos últimamente a raíz del affaire Antuñano, segundo de a bordo de la Delegación Cuauhtémoc, en el que la dirigencia del partido de López Obrador en el DF encabezada por Martí Batres Guadarrama, ha dejado prácticamente a su suerte al zacatecano Ricardo Monreal.

Monreal Ávila ha presentado denuncias contra funcionarios de la administración de Miguel Ángel Mancera, como la contraloría del gobierno capitalino, y además de que lo hace presumiendo que fueron los servicios de inteligencia de Patricia Mercado o del procurador capitalino Río Garza fueron los que tenían vigilados los movimientos del bohemio y parrandero de Antuñano, no ha tenido la menor muestra de apoyo ni de la dirigencia nacional de MORENA y menos de la capitalina capitaneada por Batres.

En un segundo escenario Monreal puede estar calculando que el movimiento de Antuñano se lo filtró a las autoridades del gobierno de la Ciudad de México la dirigencia de MORENA en la capital y que ese fuego amigo tiene que ver con la disputa por la candidatura para Jefe de Gobierno en el 2018, misma que Ricardo Monreal ya la sentía en la bolsa.

En este entramado se inserta la estrategia de alianza que tendrían para luchar unidos por el gobierno de la Ciudad de México el PRD y MORENA.

Y es que los perredistas saben que aliados a MORENA no solamente conservarían un lugar decoroso dentro de las fuerzas políticas nacionales, sino que pueden desbancar al PAN del primer lugar que hasta ahora lleva en la intención de voto hacia el 2018.

López Obrador es líder en las encuestas de intención de voto por candidato. Pero el PAN lo viene siendo en los últimos sondeos por partido.

Mientras todo ello ocurre el presidente nacional del PRI, Enrique Ochoa Reza, a quien le urge demostrar que si bien fue apoyado por Luis Videgaray para llegar a la dirigencia del tricolor, ahora opera solamente con el presidente Peña Nieto, y si acaso con algunas alianzas como la del poderoso senador Emilio Gamboa a través del nuevo secretario de operación política Héctor Gómez Barraza.

En los últimos días Ochoa reza ha dedicado la mayor parte de su tiempo frente a los medios en tratar de encontrarle los tres pies al gato de los gobernadores que serían objeto de la cancelación de sus derechos militantes, o incluso de su expulsión.

Esa tarea no le ha cuadrado completamente a Ochoa Reza ya que los legisladores veracruzanos, tanto locales como federales, se le han rebelado y lo acusan de dejar que el PAN le imponga su agenda al tricolor.

Mientras eso ocurre, de manera soterrada, pero muy peligrosa para el PRI, un grupo de mormones que tienen negocios en Tlaxcala y que presumen cercanía con MORENA, han iniciado una colecta entre los más ricos integrantes de esa comunidad para tratar de anular las elecciones para gobernador en las que resultó un claro ganador el candidato tricolor Marco Antonio Mena,.

Los mormones de Tlaxcala reunidos el pasado 22 de septiembre en la comunidad de Tizatlán, perteneciente al municipio que es la capital del estado, fueron convocados para que aportaran lo que les correspondiera según sus vastos recursos, para reunir la cantidad de 150 millones de pesos en apoyo a los litigios que lleva la perredista Lorena Cuéllar Cisneros ante el TEPJF para revocar el fallo que declaró gobernador al candidato del PRI.

Los líderes mormones urgieron a sus enriquecidos feligreses a reunir la cantidad citada ya que el fallo definitivo a las apelaciones de Lorena Cuéllar se dará entre los días 29 0 30 del presente mes.

Durante la campaña de Lorena Cuéllar los 17 líderes tlaxcaltecas de esa hermandad, fueron obligados a realizar aportaciones mínimas de 1 millón de pesos para apoyar a la mencionada aspirante al gobierno del Tlaxcala.

Este es un caso que se puede repetir en las próximas elecciones de Coahuila en el 2017 y que favorece el proyecto de alianza 2018 de PRD con MORENA.

¿No valdría la pena que Enrique Ochoa Reza y Héctor Gómez Barraza le dieran una revisada urgente a lo que ocurre en Tlaxcala?

Apenas están a tiempo ya que los mormones, indiscretos y mentirosos, presumen que entregarían los 150 millones que  recaban a la magistrada María del Carmen Alanís, que es la que lleva la inconformidad de Lorena Cuéllar.

Mientras la magistrada Alanís ni los conoce y por ello ni en el mundo los hace.

Aviso a tiempo.