Ocho décimas hacia abajo o siete décimas hacia arriba, es nada. No registran. Lo relevante es que Andrés Manuel López Obrador, con su 40.6 por ciento, se mantiene. Su confrontación con la elite empresarial del país y la campaña negativa en su contra no le hicieron mella. Si Ricardo Anaya le quita puntos a Margarita Zavala, José Antonio Meade le quita décimas a Andrés Manuel y el margen de error puede entrar en juego. Otra relevancia: el Bronco ya es un candidato mansito, no figura.

José Antonio Meade, desde el 13 de diciembre donde ya todo México sabía que sería el abanderado de Los Pinos, ergo, del PRI, tenía según la Encuesta Facebook, 29.8 por ciento, en términos reales se ha desplomado porque cinco meses después, el 13 de mayo, ha caído, con su 22.9 por ciento de hoy, un 7 por ciento. Por su parte Ricardo contaba en diciembre con 14.1 por ciento y ahora en mayo cuenta con 27.3. Según los resultados que arroja la Encuesta Facebook, Anaya ha avanzado alrededor del 13 por ciento, prácticamente no ha dejado de remontar y la politización de la PGR en su contra tampoco le ha hecho daño. ¿Qué candidato representa el avance y quién el retroceso?

Con sus naturales altibajos y a pesar de la campaña negativa en su contra, Andrés López Obrador sigue sumando. El 13 de diciembre contaba con 38.6 por ciento y cinco meses después se consolida en un 40.6 por ciento. Margarita se desplomó y Jaime Rodríguez Calderón nunca ha figurado.

Mi conclusión es que según el rollo fotográfico de las encuestas Facebook de estos primeros cinco meses, López Obrador sigue invulnerable por dos causas: la inexistencia del voto útil y la intención del voto de castigo, de cambio. Nada parece indicar que José Antonio y Ricardo se pongan de acuerdo. Quitarle décimas a Andrés Manuel sigue siendo electoralmente irrelevante y Meade sólo mantiene el histórico voto duro del PRI.

La eficacia burocrática de José Antonio no aparece en la boleta, aparece Meade y la continuidad de esa losa llamada Enrique Peña Nieto. El avance de Ricardo es significativo, pero no le basta porque no hay trasvase de votos. Anaya no le quitará ningún sufragio a Andrés Manuel. José Antonio pide el voto de confianza, en realidad sigue siendo el voto del miedo contra el candidato de Morena. Los antiguos recomendaban prudencia, eso es lo que le falta a Andrés Manuel López Obrador sobre todo porque, es cierto, la confianza es la madre del descuido.