En el año 2000 se estrenó la película El Gladiador con el actor Russell Crowe. En ese tiempo, lo recuerdo muy bien, el famoso Brozo decía que Ciro Gómez Leyva se parecía al personaje principal. Siempre pensé que El Payaso Tenebroso exageraba. Lo sigo pensando, desde luego. El caso es que se trata de un filme bastante interesante que ganó cinco premios Oscar.
¿Y eso qué tiene que ver con los spots políticos?
Anoche vi esa película en el Canal 5 de Televisa. Desde luego, en los comerciales tuve que soportar los spots electorales: cinco de Ricardo Anaya, cinco de José Antonio Meade y cuatro de Andrés Manuel López Obrador.
¿Y Margarita Zavala? Ni un solo spot… ¡Ni uno solo!
La inequitativa legislación electoral determina que la señora Zavala tenga un spot por cada 124 de Meade, por cada 119 de Anaya y por cada 63 de AMLO.
Es decir, para ver un solo spot de Margarita Zavala tendría que ver 25 veces la película de El Gladiador, que contra lo que decía el payaso Brozo, insisto en que no se parece a Ciro Gómez Leyva.
A pesar de que ella no participa en la spotiza —los únicos spotizos son Meade, Anaya y AMLO—, Margarita es la que más creció en la encuesta de México Elige que ha publicado SDP Noticias cada mes y que ahora se difundirá cada 15 días.
AMLO es el único que no creció con la eliminación de Jaime El Bronco Rodríguez y Armando El Jaguar Ríos Piter: su ventaja es tan grande que sería una obscenidad que siguiera aumentando.
Meade, Anaya y Margarita y aun los indecisos se repartieron los puntos que dejaron El Bronco y El Jaguar.
Pero, ni hablar, la que más creció fue Margarita. Lo ha hecho sin spots, sin dinero, sin estructuras partidistas.
En la pelea por el segundo lugar, que de momento tiene Meade, la señora Zavala podría, si siguiera creciendo, meter en problemas al candidato del PRI y también al panista.
Y si Margarita llega a la segunda posición, que Andrés Manuel se cuide…
Es difícil, pero no imposible, que Margarita logre la hazaña. Si lo hiciera, sería una proeza, si no equiparable a las conquistas de las legiones romanas, sí con un enorme significado acerca de la madurez de nuestro sistema democrático que, a pesar de algunos retrocesos, sigue avanzando hacia su consolidación definitiva.