No sabemos si a final de cuentas le compraron empanadas o no, pero el acto de tomar el celular y darle difusión a un video de esta magnitud, es lo mejor. Tomando en cuenta que vivimos en la época donde te graban, te haces viral enseguida, ya sea porque hagas algo gracioso, te quejes de algo, o porque se descubra una “lady” o un “lord” cometiendo un acto indignante que genera escándalo (Lady Coralina, Lady 100 pesos, Lady Chiles, Lady Cajero, Lady Cemento, Lord Ferrari, Lord Popo, Lord bla, bla, bla…

 

Es cuestión de ver el video un par de veces, de verdad vale mucho la pena, más que todos los videos que vemos a diario en internet. Se trata de un chico que se divierte trabajando y trata de llegar a los clientes por su simpatía, capacidad mental y facilidad de palabra. Y no, en este caso no se trata de uno de los llamados lords o ladies que nos dejan en ridículo como sociedad, se trata de un  adolescente de 15 años y vende empanadas en las playas de Acapulco. Un descubrimiento de talento que SÍ merece ser viral y mil veces mencionado. Que merece estar en los muros y en los portales de noticias, un video que nos haga sentirnos orgullosos de nuestra gente… y no una borracha que soborna con 100 pesos, o un riquillo petulante cometiendo faltas cívicas y morales, lacras de la sociedad a quienes desgraciadamente engrandecemos al llamarlos sarcásticamente “lord” o “lady”.

El speech que se avienta es su estrategia de venta, la clave para cerrar con broche de oro, para después “darle cuentas a la madre”, su perorata contiene retórica y convencimiento de palabra. Tomando en cuenta al mercado con el que se enfrenta: turistas tumbados en la playa, descansando, deseando que nadie los moleste. Acostumbrado a la resistencia del cliente, es aquí cuando a Francisco Orihuela, mejor conocido en redes sociales como “El mejor vendedor de empanadas” se le ocurre echar el discurso que lo tiene en redes sociales mostrándolo como un mexicano ejemplar.

Bueno, hasta Arturo Elias Ayub (mano derecha de Carlos Slim) externó interés en el famoso vendedor. Ojalá que sea cierto, le echen la mano, lo preparen, lo bequen; y no sólo lo conviertan en el nuevo personaje de ¡Háblele! *con acento costeño*.

Más "lords" así.