Supongo que no llevaba ninguna intención positiva filtrar en Twitter un video de Alfonso Durazo en el que este hombre habla del nuevo papel de las fuerzas armadas en tareas de seguridad pública.

Al margen de lo anterior, es un hecho que resulta perfectamente legal –y sin duda lo más conveniente para todos– que tanto el Ejército como la Marina colaboren en el combate a la delincuencia organizada.

Veamos las cosas con un mínimo de objetividad:

√ Lo publicado el pasado lunes en el Diario Oficial de la Federación solo complementa el artículo 5 transitorio de la reforma constitucional que creó la Guardia Nacional. Ello se aprobó por unanimidad en el Congreso.

√ La nueva disposición faculta a las fuerzas armadas a realizar funciones de seguridad pública hasta por un periodo de cinco años. Y es esto lo que se tenía que hacer para poder llegar a la tan ansiada pacificación de México.

√ Como han comentado las personas que sí entienden estos temas, ante la terrible violencia el gobierno simplemente utiliza el marco legal para que el Ejército y la Marina realicen y complementen acciones propias de la Guardia Nacional y de la policía.

√ Por cierto, es la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana, encabezada por Durazo, la que coordina todo el esfuerzo.

√ Durazo, funcionario experimentado, será el responsable de que las Fuerzas Armadas y la Guardia Nacional puedan trabajar en armonía para que en un lustro los militares vuelvan a sus cuarteles.

√ La principal garantía de que ello ocurrirá de acuerdo a lo planeado radica en la disciplina y lealtad de las fuerzas armadas, que no le han fallado ni le fallarán a México.

√ Lo importante a destacar es que ya existe un marco legal para que marinos y soldados apoyen a la gente que sufre por el exceso de delincuencia

Una primera tarea para las fuerzas armadas, la Guardia Nacional y el secretario Durazo

Deben investigar ya quién amenazó con hacer “volar” al diario Reforma supuestamente por sus críticas al presidente Andrés Manuel López Obrador

Hoy mismo ello debe quedar resuelto. El terrorismo, aunque en principio solo se manifieste a nivel de amenaza, es inaceptable. Desde luego, el más perjudicado con ello es el propio AMLO, quien ha sido más que respetuoso de la libertad de expresión y a quien, evidentemente, alguien quiere hacer aparecer como lo que no es. Las redes de inteligencia del Estado mexicano deben actuar de inmediato.

Por lo que a mí respecta, solo puedo manifestar mi solidaridad con la gente que hace Reforma, un diario fundamental en nuestro país.