La crisis del COVID-19, al menos en la historia contemporánea, no tiene punto de comparación. Vivimos un momento agudo y peligroso que saca a relucir la esencia de las personas, como cualquier coyuntura. En otros espacios he dicho que la pandemia contiene dentro de sí misma el potencial de que a partir de ella surja, al menos, una crítica profunda al capitalismo global. Y, si seguimos la línea de pensamiento de Slavoj Zizek, podemos esperar el advenimiento de una reorganización de las relaciones sociales, políticas y económicas globales.

Algunos críticos de Zizek no entienden que éste no concibe la reorganización global como una consecuencia natural de la crisis. Más bien, su idea es que con ella se vuelve posible superar la inmovilidad política de las izquierdas herederas de la derrota de la Unión Soviética, que no se atreven -ni siquiera- a pensar en una alternativa radical al capitalismo. Uno de estos críticos es el coreano Byung-Chul Han, que dice que “Zizek afirma que el virus ha asestado al capitalismo un golpe mortal, y evoca un oscuro comunismo.”

El error del norcoreano viene de una mala lectura del ensayo de Zizek, que compara al coronavirus con la “técnica del corazón explosivo de la palma de cinco puntos”, un golpe de artes marciales en la ficción de la trilogía de Kill Bill, dirigida por Quentin Tarantino. Explica Zizek; “el movimiento consiste en una combinación de cinco golpes con la punta de los dedos a cinco puntos de presión diferentes en el cuerpo del objetivo. Después de que el objetivo se aleja y ha dado cinco pasos, su corazón explota en su cuerpo y cae al suelo.”

La metáfora es importante, porque según ella, la persona que recibe el golpe mortal completará el proceso de su muerte al caminar cinco pasos, es decir, que si después de recibir los cinco golpes uno se quedara sentado, seguiría vivo (como de hecho sucede en la película); podría seguir charlando, comiendo o desempeñando sus funciones hasta el momento en que se vea obligado a caminar.

La propuesta del esloveno es que la crisis que experimenta el sistema capitalista global es similar a los cinco golpes, constituye el primer momento de su caída, cuando nos damos cuenta de que la epidemia es “una señal de que no podemos seguir en el camino en el que estábamos hasta ahora, de que necesitamos un cambio radical.” Lo que no entiende Chan de la metáfora de Zizek es que, aún habiendo recibido el golpe, el capitalismo global puede sobrevivir; depende de nosotros hacerlo caminar para completar el proceso de su muerte.