Nadie sabe a ciencia cierta cuál fue el fin del gobernador de Puebla con su última declaración.

Para mi gusto, la más provocadora de todos, aunque no la de mayor audacia.

Pero sí la que más le ha redituado en popularidad.

Quiero decir que nadie que no sea del círculo más cercano de la cabeza del gobierno sabrá el sentido de lo dicho miércoles.

Pero yo tengo la hipótesis de que se trató de una estrategia bien planeada y a muy bajo costo.

Vaya, tal vez sin costo ninguno. Tratándose de propaganda política todo, al final del día, resulta barato.

Porque se reduce a una buena administración de las relaciones públicas con unos cuantos poderosos. El resto, por inercia, lo hace la marea de las redes.

Miguel Barbosa Huerta, gobierna una de las entidades más importante del país, no obstante que ocho de cada diez sobreviven o en pobreza o en condiciones de vulnerabilidad de pobreza.

El miércoles, interrogado por un reportero sobre la amenaza de la pandemia del coronavirus, las medidas preventivas de su gobierno, y los enfermos positivos, el hombre habló.

Comenzó diciendo lo que intuyen muchos (aunque no justifica nada), y que incluso los hay aquellos que, siendo sospechosos de la enfermedad, lo ponderan en las redes sociales como muestra notoria de distinción de clase.

El gobernante indicó que la mayoría de contagios en la entidad corresponden a personas “acomodadas” y “ricas”, por lo que los pobres son “inmunes” a la transmisión del virus.

 

“… la mayoría (de los enfermos) son gente acomodada, eh, ¿si lo saben o no?, si ustedes son ricos tienen el riesgo, si ustedes son pobres, no, los pobres estamos inmunes”.

La fuente mayor de malestar, me parece, se encuentra en que el gobernador se califique (como el 80%) de “pobre”.

Lo cierto es que la noticia va para dos días en los principales noticieros de México e incluso en algunos países, y las redes sociales siguen inundadas con la declaración.

En mucho porque se montó estratégicamente en la amenaza de la crisis sanitaria, la que por cierto no ha provocado los estragos que todos auguramos.

Si hasta ahora, y conforme a los resultados de las últimas encuestas, el mandante poblano figuraba en los últimos lugares de popularidad, desde ayer todo mundo sabe de él.

Uno de los mantras del político rezagado es que “hablen de ti, aunque sea para mal. Pero que hablen”.

En lo tocante a la audacia, la semana pasada escribimos por acá como el alcalde de Zacatlán (ya.co.ve/058), ante el reclamo de personas de su jurisdicción por la falta de medias preventivas para enfrentar el mal, recomendó a los quejosos que no se preocupen.

Porque a ellos (los pobres, tal vez población indígena o con resonancia indígena) “no les hace ni la rabia de los perros”.

 

Chayo News

Y si en una de esas, como pronostica el ex presidente de los banqueros, resulta que el pueblo mexicano es inmune a la cepa del covid-19, y la pandemia, frente a los ojos del mundo, voltea el rostro hacia nosotros y se sigue de largo… Por Dios, ni quién aguante a los AMLOvers.