En todos los estados con elecciones intermedias empiezan a surgir los típicos movimientos por chapulineo. ¿Qué es el chapulineo? Es cuando el legislador o cualquier otro político empieza a buscar otros horizontes antes de acabar sus labores actuales.

Este periodo laboral de los diputados locales fue muy extraño y corto. Se dejó de legislar por un buen periodo por motivos de la pandemia y ahora ya se esta pensando en la reelección y en un cambio de posiciones, ¿es esto correcto?

Imagine que usted llega a su trabajo actual y le dice a su jefe. “¿Sabe qué?, no puedo trabajar porque en el contrato laboral no viene especificada la parte del trabajo desde casa, pero me tiene que seguir pagando porque estoy en la nómina”. Esa es la primera beca. La segunda beca: “mi contrato de trabajo es de 3 años, pero solo voy a trabajar 2 años y el tercero me voy a dedicar a buscar otro trabajo, pero me tiene que seguir pagado porque sigo en la nómina”. ¿No le parece algo ilógico o demasiado ventajoso?

Entiendo que muchos diputados sí viven de ser diputados y buscar otras posiciones en este momento es una prolongación de su vida laboral como burócrata. Alguna vez le pregunté a un amigo que fue diputado local sobre el otorgar de bonos y me comentó que ellos trabajan durante tres años y ya, los bonos funcionan como su fondo de retiro y por eso en ocasiones son tan altos.

Debería de haber alguna manera de que los legisladores se dedicaran a legislar y no andar pensando en qué van a hacer durante los próximos 3 años, aunque el último es pura faramalla.

El periódico El Norte de Grupo Reforma publicó una nota con titulo de “Sube 49% rezago y viene chapulineo”. Los diputados locales de Nuevo León van a iniciar el año rezagados y seguramente así se quedarán porque el tercer año de la legislatura por lo general se lo dedican a otras cuestiones que poco tienen que ver con legislar.

En la nota de El Norte se habla de un adelanto a las precampañas, lo que representará que las licencias de los diputados que se quieran convertir en alcaldes, gobernadores o busquen la reelección se darán todavía con más tiempo del previsto.

Carlos de la Fuente dice que ya se pidió una revisión jurídica para revisar el impacto del adelanto de las fechas electorales. Luis Donaldo Colosio dijo que revisarán el horario laboral de un diputado y definirán si se pueden separar del cargo ante una aspiración política.

La herencia de asuntos sin terminar de los legisladores anteriores en este periodo fue de 693, en el segundo año de labores, los pendientes suben a mil treinta. ¿Cuántos asuntos pendientes dejarán al final de este año?

Personalmente, me cuesta trabajo pensar que alguien que se comprometió a trabajar 3 años esté trabajando realmente dos o menos y los esté cobrando sin problema. También me cuesta trabajo pensar que alguien que ha trabajado en una legislatura con tantos asuntos pendientes quiera volver a legislar o postularse para otro puesto.

Los diputados deberían de ponerse a trabajar y pensar en terminar con la mayor cantidad de asuntos pendientes, haciéndolo de esa manera, seguramente los votantes tendrían más confianza en su mandato.

El chapulineo es una costumbre de nuestro sistema político, inevitablemente todos hemos votado por un chapulín, en las próximas elecciones, ¿usted votaría por un chapulín? Está de pensarse.