¿Cómo se pagará mi sepelio si me muero?

Un gran impacto se está generando en el ánimo de los adultos mayores, el aislamiento que vivimos y al que ellos han sido sujetos, más quienes viven en asilos o residencias, genera mayor intranquilidad, zozobra, temores; todo lo anterior se agrava al sumar saberse el grupo más vulnerable de la población ante la pandemia mundial, incluso pensar en; “¿Cómo se pagará mi sepelio si me muero?” Lo anterior rara vez te lo van a mencionar, pero lo piensan. Nuestros ancianos están sujetos a un peso emocional enorme.

Recordé el inicio de la pandemia y las decenas de fotografías compartidas desde España, y después en otras latitudes del planeta, adultos mayores trabajando incansablemente ante una máquina de coser casera, junto a su familia entera, para hacer cubrebocas y regalar al personal médico que laboraba en primera línea, llorando recordaban historias y nos instaban a compartir, ayudar…

Le comenté esta situación a mi pequeño hijo de 14 años, haciendo la recapitulación de lo que aquellos mostrados en esas imágenes habían vivido; y por ende la memoria les traía esos amargos recuerdos de sufrimiento, los españoles que vivieron el franquismo dan cabal cuenta de ello. La empatía nace así, y el recordar el amargo sabor del miedo y la impotencia ante un enemigo mortal e invisible debió de sacudirlos en lo más íntimo… son muchas más las historias personales que las redes nos mostraron en casi un año de sufrir el embate de tan terrible enfermedad que ha costado tantas vidas, independientemente de si fueron a consecuencia de las enfermedades crónico degenerativas o directamente por el virus.

Todo lo anterior viene a colación ante lo comentado por una tuitera desde Sudamérica en días pasados, cuando su padre acude gustosamente a la aplicación de la vacuna esperada; se viene una avalancha de fotos e historias, después de un año sin salir para muchos toma un significado especial, los adultos mayores se ponen sus mejores galas para acudir a vacunarse.

“No voy a llorar yo sola: los viejos vienen a vacunarse con la ropa buena “

@tamaratlsnk

A las 12:57 p. m. Del día 24 de febrero. 2021, su tuit recibió 10,200 retuits, 3.596 tuits citados, que incluyen respuesta y casi todos fotografía de sus adultos mayores, aunado a 189,200 Me gusta. Y los cientos de testimonios dando cuenta cómo los padres y abuelos utilizaron sus mejores galas para acudir presurosos a la esperanza de salvación, salvo algunas excepciones que utilizaron el momento para politizar, como ocurrió aquí en nuestro país donde hemos visto casos innombrables demeritando la gran labor que se lleva a cabo desde Gobierno Nacional en concordancia con Gobiernos locales…

¿Por qué es importante lo anterior?

Vemos a los jóvenes asimilando una enseñanza de nuestros ancianos, —al igual que la vimos con la elaboración de mascarillas caseras— no solo la confianza en los gobiernos de cada país, sino la necesidad de creer en algo y aferrarse a ello, pero en el camino hacerlo con la mayor dignidad posible… Confiar en los gobiernos respecto a las vacunas, mientras está latente la incertidumbre si la improvisación tendrá consecuencias, pero no hay otra que confiar y como dicen los abuelos: "Qué sea lo que Dios quiera..." sumando el otro refrán que reza: “Ayúdate que yo te ayudaré…”

Está la parte difícil, para nadie es secreto que hay cierto temor a las vacunas, todos recordamos esas palabras nefastas, en apariencia, salidas de la boca de la entonces directora del FMI, Fondo Monetario Internacional, por sus siglas. La frase atribuida a Christine Lagarde es la siguiente: “Los ancianos viven demasiado y eso es un riesgo para la economía global.”

Aunque escarbando un poco; según la factual.afp.com no hay tal; “aunque Lagarde se ha referido en varias ocasiones a que el envejecimiento de la población puede repercutir en un menor crecimiento económico, no hay registro de esa frase textual”. SIC.

El cuidado de un adulto mayor es extremo, máxime cuando padecer alguna enfermedad crónica degenerativa, aunado al miedo inoculado desde los noticieros, aquello se convierte en un caldo de cultivo peligroso.

¿Cómo lograr darles un poco de calma acerca de lo que sucede a nivel mundial?

Evitar transmitirles preocupaciones, sobre todo si estamos alejados de ellos.

Debemos darles tranquilidad, no conviene sobrecargarlos de noticias, con esto evitamos que caigan en la depresión.

Hay que poner la mejor cara al adulto mayor, mostrarle cuán importante es para nosotros, con ello reforzaremos su autoestima.

Para nuestros abuelos, la situación es más grave por lo que pueda pasarles a sus hijos y nietos, sobre todo si trabajan fuera de casa, — no tanto a ellos mismos—, ellos ya han vivido experiencias complicadas, muchas crisis diferentes, cambios de gobiernos, guerras…

Nuestros adultos mayores tienen experiencia, valentía, sabiduría para manejar estos y otros momentos, pero no está de más evitar una sobrecarga de información negativa.

Para finalizar, si la situación llegara a tornarse difícil para tus padres o abuelos, busquemos ayuda profesional, hay distintas instituciones y profesionales dispuestos a brindar atención e incluso terapia psicológica en línea, una de ellas es la UNAM.

La Universidad Nacional Autónoma de México ofrece los servicios de una Línea de Atención Psicológica Call Center especializada en salud mental, a través del número 55 5025 0855.

Recordemos que: “Saber envejecer es la mayor de las sabidurías y uno de los más difíciles capítulos del gran arte de vivir” (Enrique Federico Amiel).