Las siguientes palabras llegaron hasta Palacio Nacional a los oídos de Ya Saben Quién, retumbaron en los pasillos de MORENA, sacudieron a la chairiza, y fueron reproducidas con amplitud gracias a las benditas redes sociales por la grey Fifi, conservadora, como se dice en estos días.

Corresponden a Porfirio Muñoz Ledo, militante de MORENA.

Palabras, que, irónicamente, por el perfil del personaje, lo convierten en una especie de conciencia moral –incómoda- del partido en el poder.

 

Nada le puedes quitar o dar a un hombre que está más cerca de la muerte que de ver cómo se pierde en la mentira y el autoritarismo el sueño de una transformación en México. Hoy puedo decir que hemos dado un salto hacia atrás de 30 o 40 años, y lo puedo decir porque yo lo viví. Yo no me voy de Morena, Morena se sale de mi corazón.

Porfirio Muñoz Ledo

 

La cita se reproduce en lo oscurito; y, amplificada por las redes sociales, se comenta en los corrillos políticos, en la comentocracia, en el círculo rojo, donde se palpa cotidianamente el latir de la 4t, y de MORENA, el movimiento político que encumbró a López Obrador.

De súbito Muñoz Ledo parece elevarse en su estatura moral.

Irónico.

El hombre de las mil caras.

Como priista encumbrado, fue defensor de Díaz Ordaz, cercano a Echeverría, y López Portillo.

Ahora, en las filas de MORENA, la puso la banda presidencial a AMLO.

Se dice fácil: Más de cuatro décadas en la política mexicana.

Quien condena ahora a MORENA es el mismo quien en su larga vida acompañó a Cárdenas en la gestación del PRD, al renegar del PRI y sus muchos vicios, en la búsqueda, en el México de los 90´s, de nuevos vientos de democracia y justicia social.

Quien critica a MORENA -el mismo partido en el que milita- es el mismo personaje quien, cerca del final de su vida, con la lucidez que lo ha acompañado siempre, se manifiesta con desánimo, dolido, no tanto porque se le haya negado la tribuna sino porque como observador y actor de la historia política del país por más de 40 años, y quien advierte que el país vuelve a padecer de los mismos males de la mentira y autoritarismo, que el propio Muñoz Ledo vivió como priista.

El mismo quien vio de cerca el nacimiento y evolución de la carrera política de Andrés Manuel López Obrador…

El mismo quien al final de su carrera decidió acompañar a AMLO en su movimiento, contagiándose de las esperanzas que despertó en los mexicanos el abanderado de MORENA, y él mismo – quien ahora- apunta, con amargura, que “hemos dado un salto hacia atrás de 30 o 40 años”

 

Muñoz Ledo vio nacer, y extinguirse, al PRD.

Al final de su carrera, pudo observar el espectáculo de un PRI disminuido, cerca de la chiquillería.

Y ahora, como él mismo lo dice, “más cerca de la muerte”, decepcionado del movimiento al que se adhirió en sus últimos días, proclama la peor renuncia, más profunda que la de darse baja de un padrón: la del corazón.

Es una deserción moral de peso, sin duda.

Deserción que se suma a la de otros personajes, como Cárdenas, quien nunca militó en MORENA, estuvo distante de AMLO, pero quizá vislumbró con secreta esperanza, que el nuevo grupo en el poder pudiera enderezar los destinos de México.

Son palabras de un actor ancestral en la política de nuestro país, un sobreviviente de episodios dramáticos de la nación mexicana.

¿Es un cínico? ¿Un súbito crítico –avieso- de la 4T? ¿A su edad, persigue un interés, como viejo colmilludo que es? ¿Es insano criticar, en el fondo, a AMLO, con sus palabras? ¿Busca una cita en Palacio Nacional con el presidente?

O, más aún, ¿como hombre de las mil caras, que ha transitado sin empacho, en las filas de todos los partidos habidos y por haber, carece de autoridad moral para lanzar su condena al partido en el poder?

Puede que sí, como dice el filósofo de Güemez de allá del norte del país, o puede que no.

Empero, asumiendo –sin conceder- que no haya congruencia en la intención del viejo colmilludo de Muñoz Ledo, de sacudir las conciencias del movimiento político encumbrado en el país, ¿eso invalida sus palabras?

Y es que mucha polvareda ha levantado la 4t en tan poco tiempo, en relación a la conducción de la nación.

Ahí queda la reflexión de Muñoz Ledo.

Quizá falta la respuesta. Más allá de las ideas, en los hechos.

Me quedo con la reflexión de Enrique Krauze, sobre este debate.

Comentario de Krauze sobre el tema