Un evento de este lunes en Nuevo León para firmar un acuerdo de límites territoriales entre los municipios de Apodaca y Guadalupe, fue el marco para un mensaje que llegó a los grupos políticos del PRI que se disputan la candidatura a la gubernatura en el 2021 y las otras posiciones políticas que se jugarán.

El mensaje elevará la temperatura de la lucha interna entre los priistas.

Los firmantes, César Garza, alcalde de Apodaca; y Cristina Díaz, de Guadalupe, se juntaron para aclarar a los vecinos que habitan en la franja de ambos municipios temas de límites, pero el objetivo principal fue sellar una alianza política de ambos en la guerra interna por las posiciones del PRI.

Se trata de un pacto entre dos munícipes que gobiernan en conjunto 1.3 millones de habitantes, la tercera parte de la población de la zona metropolitana de Monterrey, asiento de cerca de cuatro millones de habitantes, y donde residen el 82 por ciento de los neoloneses.

César Garza fue enfático en el evento:

“Si yo voy ella (Cristina) va conmigo, si ella va voy con ella. Estaremos juntos” dijo, en alusión a la posibilidad – que ya se comenta en los círculos políticos- de que el alcalde de Apodaca competirá como aspirante a la candidatura del PRI a la gubernatura.

Si se lanza al ruedo - que es probable- dará la pelea a los otros tres priistas en el estado que disputan esta posición: Adrián de la Garza, alcalde de Monterrey; Clara Luz Flores Carrales, de Escobedo; e Ildefonso Guajardo, ex secretario de economía a nivel nacional.

César Garza no pesa mucho en las encuestas. Los sondeos señalan que Clara Luz va arriba en las preferencias como posible candidata del PRI a la gubernatura; y, a cierta distancia, Adrián de la Garza e Ildefonso.

Pero la postura de César Garza se enmarca en la disputa entre los diferentes grupos del PRI por el reparto de posiciones en el 2021.

Las peleas entre el PRI suelen desbordarse y caldear los ánimos.

Y el paso que dieron este lunes César Garza y Cristina tiene un peso específico.

Tras bambalinas ya los grupos se alistan a la pelea por la candidatura del PRI. En las encuestas por la gubernatura los priistas están abajo, en tercer sitio, como partido. Y en los careos de los posibles candidatos del PRI para suceder a Jaime Rodríguez Calderón, ninguno figura con un peso relevante. Va adelante el senador de MC Samuel García; cerca de Tatiana Clouthier, de MORENA, y Víctor Fuentes, del PAN.

No obstante eso, la lucha interior entre los priistas será dura. Los priistas jugarán con todo para mantener y si es posible acrecentar la tajada de poder político que tienen. Hay incertidumbre sobre la fuerza de MORENA en el 2021 en el estado, cuando serán las elecciones. A quince meses de la elección se verán alianzas. Heridos en el camino. Sorpresas.

Y no es sólo la pelea por la gubernatura - que ahora se ve perdida para el PRI- sino por otras posiciones como las diputaciones en el Congreso local, las diputaciones federales, y las alcaldías que ahora tienen los priistas. Como Apodaca y Guadalupe, que jugarán juntos. Monterrey, la joya de la corona, en poder de Adrián de la Garza; y Escobedo donde gobierna Clara Luz, quien si bien encabeza las encuestas como probable candidata del PRI, no tiene el peso suficiente entre los grupos predominantes que determinarán la candidatura a Gobernador, y ha amenazado con irse a MORENA.

Por ahora, dos fuerzas principales dominan el escenario del PRI en Nuevo León.

Por un lado, la que encabeza Jorge Mendoza, quien ha sido dos veces senador y diputado por el PRI. Y por el otro, el del ex gobernador Rodrigo Medina cuya cabeza más visible es Paco Cienfuegos, diputado del PRI en el Congreso, y cuya posición más relevante es la alcaldía de Monterrey

A César Garza, junto con Cristina Díaz - con quien selló el pacto- se les relaciona con el grupo de la CTM, capitaneado por Ismael Flores.

Clara Luz, forma parte de la otra facción, que encabeza su marido, Abel Guerra, quien se ha mantenido como cacique en Escobado durante décadas.

Aunque las posibilidades de César Garza de ser el candidato del PRI son bajas, en el pacto que selló con Cristina no está dando un salto al vacío.

El capital político de los ahora aliados de los dos municipios tiene valor.

Los municipios que gobiernan ambos – Apodaca y Guadalupe- tienen, en conjunto, unos 950 mil electores, la tercera parte de la masa de votantes de la zona metropolitana de Monterrey, compuesta por ocho municipios, que suma unos 3 millones de electores.

Con ese acervo de electores tendrán que ser tomados en cuenta sobre todo si la contienda interna por la candidatura del PRI a la gubernatura es reñida.

César Garza no es un novato en la política. Es la segunda vez que ha sido alcalde de Apodaca, un municipio de más de 600 mil habitantes. Y antes gobernó Guadalupe, donde ahora es alcaldesa su aliada, Cristina Díaz. En la elección de 2018, Garza ganó con buenos números su municipio, considerando la embestida que sufrió el PRI.

Cristina Díaz, también ya gobernó el municipio de Guadalupe anteriormente. Ahora ganó la presidencia municipal por una decisión de las autoridades electorales, tras obtener un fallo favorable al apelar un resultado que no le favoreció en las elecciones. El sexenio pasado fue Secretaria General del PRI a nivel nacional y presidenta interina, a donde llegó desde su posición de senadora, y varias veces ha sido legisladora federal y local.

César Garza es cercano a Alejandro Moreno, “Alito”, presidente nacional del PRI, quien lo ve con buenos ojos. El año pasado asumió el liderazgo de la Federación Nacional de Municipios de México (FENAMM), que agrupa a los alcaldes priistas.

El mensaje de César Garza se interpretó también como una declaratoria de guerra contra Clara Luz Flores Carrales, la alcaldesa de Escobedo y también aspirante a la estafeta del PRI a la posición que ocupa Jaime Rodríguez Calderón, cuya imagen está en extremo disminuida con una popularidad menor a 10 por ciento.

César Garza señaló que dentro de las mujeres priistas de la política en Nuevo León, no hay ninguna con la estatura de Cristina.

La pelea por la candidatura entre los grupos del PRI tendrá muy pronto su siguiente capítulo, con la elección del próximo dirigente estatal del partido, al terminar el período de Pedro Pablo Treviño.

Lo cierto es que la lucha interna entre los priistas, que no pasan por buenos tiempos, estará lejos de ser un día de campo.