Todos los días, en cualquier medio de comunicación podemos leer o escuchar noticias plagadas de estereotipos que perjudican a las víctimas femeninas de la violencia, la forma de abordar la nota las culpabiliza y condena.

En muchas ocasiones, las noticias sobre la mujer o mujeres asesinadas, violadas, acosadas, asaltadas van acompañadas de descripciones, juicios de valor, adjetivos calificativos y valores morales que las estigmatiza.

A continuación podrán leer dos encabezados de una misma noticia, abordadas desde distintas perspectivas:

“Mujer de San pedro Petlacala ataca a su marido con un vidrio de envase se caguama para que deje de tomar” (sic). http://bit.ly/2oqXG5f

“En la cárcel, mujeres nahuas que se defendieron de sus ex esposos”. http://bit.ly/2o1xDqg

Es el mismo hecho, pero se leen muy diferentes, ¿verdad?

En la primera nota, sólo se expone la versión de los hechos del hombre herido, a quien se le victimiza, a la mujer en cambio se le da un papel de victimaria. En la segunda nota, se explica que la pareja ya se había divorciado, que por obvias razones ya ni siquiera vivían juntos, que el hombre en estado de ebriedad se la encontró cerca del ex domicilio conyugal y comenzó a agredirla, a pesar de que ella llevara a su hija de cinco meses de edad en brazos, razón por la cual actuó en defensa propia.

Se trata de Elvia Méndez, de 20 años de edad, quien ya fue condenada a un año de prisión y a la reparación económica del daño, acusada de lesiones agravadas en contra de su ex esposo, sin considerar que actuó en legítima defensa de ella y su hija.

 ¿Cuál fue el papel de la prensa en este caso? Al leer la primera nota, a pesar de su pésima redacción, podemos advertir que se le juzga y condena sin  posibilidad de derecho de réplica. En la segunda, se exponen los hechos y se contrastan las versiones de los protagonistas.

En este caso, Elvia es una mujer joven, indígena y de bajos recursos, es invisible ante la justicia mediática, está purgando una condena por defenderse de la violencia de su ex pareja.

La Jueza Segunda de Primera Instancia en Materia Penal del Distrito Judicial de Morelos condenó a Elvia por ser más grande físicamente, pero no es la primera que vez,  que  actúa de esta forma, también condenó a Juana Ramírez Marcos, indígena nahua, a un año y tres meses de prisión, quien después de años de violencia física, sexual y psicología se defendió de su marido.

Es por ello que son tan importantes los talleres y cursos de perspectiva de género para los jueces, pero también lo son para los otros “jueces”, es decir los medios de comunicación.