La presencia de los candidatos y candidata a la presidencia de la república el pasado domingo en un entramado debate no sólo me permitió conocer de viva voz las propuestas que los aspirantes a la silla presidencial compartieron con un auditorio cautivo, sino también las fortalezas y debilidades que cada uno de ellos tienen.

Evidentemente, muchos medios de comunicación a través de especialistas y analistas políticos ofrecieron desde sus perspectivas los pormenores del animado debate. No sólo resaltaron los connatos bravucones sino también el reconocimiento de quien salió airoso: Gabril Quadri.

El puntero de las encuestas Enrique Peña Nieto, fue el blanco de Josefina Vázquez Mota y Andrés Manuel López Obrador, entre fuertes cuestionamientos y señalamientos en torno a su gobierno y compromisos no cumplidos. A juzgar por su reticencia el candidato del PRI y PVE, trató de esquivar algunos señalamientos, en otros no logró responder a sus contrincantes bajo el argumento del escaso tiempo del que disponía.

No obstante ello, el reconocido triunfo del candidato a la presidencia de México por el Partido Nueva Alianza, no significa que pueda ganar las elecciones el próximo primero de julio, simplemente el anhelo será conservar el registro del partido que lo abandera. En distintos medios, en especial en las redes sociales, la imagen de Julia Oyaren, la edecán del IFE, es tan clara como evidente que incluso ha dado la vuelta al mundo para situarla como la persona que robó la atención del candidato Gabriel Quadri, a grado tal que el candidato, sin dar muestras de pudor alguno, le lanzó una absorta mirada cuando pasó a su lado.

Contra lo que pudiera pensarse el candidato de la mirada concupiscente reconoció en una entrevista atisbar a la modelo: <>, señaló.  La sensibilidad humana jamás pasará por desapercibida tanto por las raíces tan largas como profundas de la idiosincrasia del mexicano.

En éste sentido una de sus debilidades lo situó en uno de los momentos más embarazosos que tuvo a lo largo del debate, pese a que no dejó de etiquetarse como un ciudadano y no como político, olvidó por completo que estaba participando en un escenario propio de la política representando al Partido Nueva Alianza. La realidad es que la democracia está conociendo nuevos rostros, propuestas y compromisos. A decir verdad el impredecible triunfo de Quadri en el debate, permitirá a los candidatos y candidata en el próximo encuentro y exposición de ideas, mostrar la otra debilidad de Gabriel Quadri: Elba Esther Gordillo.