"El mundo entero se aparta cuando ve pasar a una persona que sabe a dónde va”. Antoine de Saint-Exupéry

Durante mi vida, observé que detrás de todo lo que vemos hay un mundo diferente en el cual aprendí que no hay nada más poderoso que una idea y sus grandes posibilidades. Las posibilidades de crear, construir y cambiar, siempre están presentes, pero depende de cada uno hacer que sean una realidad o una efímera posibilidad.

Mientras existan ideas habrá vida para realizarlas. Se hizo un estudio en un hospital en el que se preguntaba a 100 personas mayores a punto de morir cuál era el mayor arrepentimiento de su vida, casi todos respondían que no se arrepentían de las cosas que habían hecho, sino de las cosas que no habían hecho, de las veces que no se arriesgaron y de los sueños que no persiguieron.

A veces tenemos planes estructurados, ideas contextualizadas sobre lo que queremos, pero en ocasiones llegan personas o circunstancias que nos cambian todo. Y ahí, es cuando debemos tomar decisiones; pero hay un ladrón en tu mente que se adueña de tus sueños. Se llama duda, que va disfrazada y es como un virus que te deja ciego y te convierte en el "quizá debería”. El “quizá debería", es letal. Hay mucha gente que dice: "quizá debería", quizá debería cambiar de profesión, quizá debería sacar buenas calificaciones, quizá debería ponerme en forma, quizá debería enamorarme, quizá debería cambiar, si eres uno de esos, entonces "quizá" obtengas los resultados que quieres.

Responde estas preguntas: ¿Cuál es tu sueño? ¿Qué te motiva? ¿Cómo lo vas a conseguir? ¿Qué te limita? Sí tienes un sueño, tienes que perseguirlo con cada parte de tu corazón. ¿Va a ser difícil? Sí. Seguro no hay atajos. Te vas a caer mil veces, ¿pero quién va a llevar la cuenta? Recuerda esto: “No hay montaña plana”. Sí quieres llegar a la cima, hay superficies afiladas por las que tendrás que caminar. Habrá veces en que estarás estresado y veces en las que estarás deprimido.

¡Inicia ya! Rompe con mitos y paradigmas, rompe con todo aquello que limita tu desarrollo, acaba de una vez con la única crisis amenazadora, que es la tragedia de no querer luchar por superarla.

Sí quieres algo… ¡Vas!, lo consigues, no te quedas sentado esperando que las cosas pasen, diciéndote: “sí va a ser, será”, “sí es para mí, llegará”. Esperar que las cosas pasen es no ir por lo que quieres.

¿O no crees que la mayor pérdida es vivir en el suelo, sin nunca llegar a despegar, por el miedo que da? No es la muerte lo que más asusta, es llegar al final de tu vida, solo para darte cuenta de que nunca viviste de verdad.

Los problemas y las críticas forjan nuestra grandeza, esa es una ley universal y nadie escapa a ella. No puedes volver atrás y crear un nuevo comienzo, pero sí puedes empezar ahora y crear un nuevo final.

Ser congruente entre lo que pensamos, decimos y hacemos es tener la capacidad de generar cambios favorables que transformen la realidad de lo que queremos. Movamos todo lo que se tenga que mover; nuestro desarrollo se construye todos los días, en cada instante, en cada lugar, es así como se genera el progreso, trabajemos con determinación, con audacia y con pasión, siempre con la mirada puesta en el futuro, seamos parte de la generación que logra transformar, que crea, que no tiene miedos, ni límites.

Hervey Arteaga Zamora