En la edición 1725 de la edición impresa de @revistaproceso, el 22 de noviembre del 2009, publiqué uno de varios textos en la misma publicación sobre los peligros de la cédula de identidad ciudadana. Hoy a 6 años de ese intento frustrado del gobierno de @FelipeCalderon, el gobierno de @EPN ha sepultado ese instrumento de control social. El problema no reside en que haya o no una cédula de identidad social, sino en los instrumentos de agravio a los datos personales de la persona y a la razonable duda de que los datos de los mexicanos sean manejados con pulcritud por la Secretaría de Gobernación. Ese fue el tema del debate.

El entonces IFE entró al quite en la discusión para evitar que desapareciera la credencial para votar como instrumento de identificación personal. Obviamente la postura del IFE no era debido a razones de protección de datos personales, sino de una motivación política muy clara. Si hubiera desaparecido la credencial para votar como medio de identidad, hubieran disminuido los incentivos de los ciudadanos por obtener dicha credencial. El padrón electoral hubiera disminuido de manera sustantiva y, con ello, el principio de legitimidad de la representación política.

Otra opción que se ventiló en ese 2009, que yo apoyé totalmente por razones de protección ciudadana, fue que el IFE y no gobernación estuviera a cargo de la cédula de identidad ciudadana. Pensaba que, con todo y sus fallas, el IFE no haría un uso de control y persecución política que sí podría- y lo haría- la secretaría de gobernación. Al final el marcador del diferendo político quedó en una aparente salomónica decisión. Los ciudadanos mexicanos seguirían utilizando la credencial para votar para efectos de identificación oficial, pero no así los menores y los extranjeros que sí serían objeto de una intrusiva recopilación de sus datos personales, con información más allá de la necesaria para la identificación, llegando incluso a los datos del iris en color. Este último elemento permite saber enfermedades existentes de la persona o enfermedades potenciales. Este dato es personalísimo, no sólo un dato confidencial, sino sensible por su naturaleza que demanda expresamente el consentimiento del titular del derecho.

En casi todo el gobierno de @EPN las cosas le han salido mal. No obstante, esta decisión de dar de baja la cédula de identidad ciudadana es un gran acierto que no habría que regatearle a este gobierno. Efectivamente este fallido proceso de @FelipeCalderon costó miles de millones por el desaseo en la compra de equipo y por su malograda implementación. Hubiera sido una locura que @EPN hubiera persistido en el proyecto por razones del gasto- que no inversión- del gobierno de @FelipeCalderon. Se debería analizar y proceder a demandas por daño patrimonial al Estado principalmente por los funcionarios que además de @FelipeCalderon, quien ya no tiene fuero, participaron en el tema como su autor intelectual@AlejandroPoire, entre otros muchos.

Ahora sí que una de cal por las que van de arena. Queda como bien ha indicado el comisionado del INAI, @f_javier_acuna, verificar que haya una destrucción segura para los mexicanos y extranjeros de esa perjudicial iniciativa que felizmente hoy llega a su fin.

@evillanuevamx

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