Alberto Rodríguez, reportero de SDP Noticias, hizo la pregunta que estaba en boca de todos y nadie se había atrevido a formularle al presidente López Obrador: “¿Participó Meade, consejero de HSBC, en la renegociación de deuda de Pemex con ese y otros bancos globales?”
La pregunta venía al caso —la duda se lee hoy en numerosas columnas políticas y económicas— y Alberto, con toda naturalidad, simplemente la planteó.
Al margen de la respuesta negativa que dio Andrés Manuel —“Meade no participó, la negociación empezó antes de que él entrara al consejo de HSBC”—, la nota fue la sonrisa llena de misterio que el presidente de México esbozó mientras el reportero de SDP Noticias hablaba.
Sonrisa que significa “se habían tardado con la pregunta” o bien “si los de HSBC consultaron a su consejero ex secretario de Hacienda y ex candidato presidencial del PRI, pues es cosa de ellos, yo qué.”
Pero también la sonrisa enigmática de Andrés Manuel tuvo que ver con una de las divertidas mentiras (inofensivas, normalmente) del mexicano…
La última y nos vamos
Esa última copa —en la fiesta, la cena o la cantina— siempre es la penúltima, y no por vicio, sino por placer, por gusto, porque sí, porque se vale.
En La Jornada, @monerohernandez dice que Andrés Manuel en su relación con HSBC y los otros bancos está anunciando que es la última… ¿será?
En el cartón de Hernández, AMLO expresa con toda solemnidad: “El neoliberalismo ha muerto… Pero antes de que se muera, que nos ayude a que no se muera Pemex.”
La críptica sonrisa de AMLO eso significa también: “Meade o no Meade, habrá más acuerdos con el neoliberalismo, no por ceder ante los poderosos del dinero, sino por gusto, por utilidad pública, porque sí, porque se vale.”
Así será.