Por no respetar las medidas sanitarias, el coronavirus ingresó al Centro de Reinserción Social (Cereso) Morelos, ubicado en la comunidad de Atlacholoaya, municipio de Xochitepec.

Para evitar contagios, las indicaciones sanitarias exigían que únicamente familiares directos podían visitar a las personas que se encuentran ahí privadas de su libertad.

Las restricciones se olvidaron. Las visitas continuaron. Amistades y familiares lejanos siguieron frecuentando el lugar. El virus ingresó para quedarse en el CERESO; enfermando ya, a varias personas.

En la zona de dormitorios habitan alrededor de 250, de las cuales, aproximadamente 80 se encuentran infectadas. Unas, en peores condiciones que otras. Todas, eso sí, sin atención médica alguna, sin tratamiento para mitigar los dolores de cabeza, sin ningún medicamento para que la fiebre aminore. Todos, sanos y enfermos se encuentran ahí hacinados, ahí en el olvido…

El coordinador de Reinserción Social del Estado de Morelos, Jorge Israel Ponce de León y el Gobernador del Estado, Cuahutémoc Blanco han ignorado las peticiones que se han hecho al respecto. Para estos funcionarios faltos de interés y de empatía, los habitantes del CERESO no merecen ni un paracetamol siquiera…

Han sido indiferentes ante esta crisis de salud. No les proporcionan ningún tratamiento especial, no los aíslan, los contagios continúan y nadie hace nada, a nadie le importa.

En la conferencia del día de ayer, Hans Salazar de Noticias ZMG hizo mención del caso al Doctor Hugo López-Gatell, el subsecretario de Prevención y Promoción de la Salud dijo que se atenderá la situación.

Esta propagación debe controlarse, mitigarse, de lo contrario, habrá miles de infectados más… no importa que sean personas privadas de su libertad; son seres humanos que tienen familias, que no pueden ni deben ser olvidados…