Jesús Velázquez, Chuy para sus amigos, es empleado de la construcción. Lleva más de dos décadas trabajando con ingenieros y arquitectos encargados de construir proyectos inmobiliarios en la Ciudad de México.El “mai”, como le llaman sus compañeros, representa a la clase trabajadora que hace caminar el desarrollo urbano en esta ciudad. Desde hace semanas no ha podido trabajar porque la obra donde lo iban a contratar no ha conseguido arrancar a pesar de que le habían prometido que iniciarían actividades a principios del mes de agosto. En estas semanas, Jesús ha buscado incorporarse a otras obras, pero el mismo caso, todo está detenido. No hay que olvidar que el sector de la construcción, de acuerdo con datos del INEGI al 2017, genera más de 248 mil empleos en la CDMX. 

La razón de esta parálisis parece ser un acuerdo entre el gobierno saliente de la Ciudad y la futura secretaría de Desarrollo Urbano y Vivienda, Gabriela Quiroga. Este acuerdo al parecer responde a la petición de la futura funcionaria de analizar los permisos e instrumentos de construcción que esta administración otorgó a empresas inmobiliarias.

Si bien es necesario revisar la situación actual, estos actos sin fundamento legal y sin explicación alguna están causando pérdidas millonarias a un sector que mueve la economía de la ciudad de manera importante, además de proveer miles de empleos como el de Jesús Velázquez y que ahora tendrá que dejar a su familia para laborar en alguna obra fuera de la ciudad, o lo que es peor, aprender otro oficio desde cero.

Además de estos actos discrecionales, Seduvi en un ánimo de limpiar su imagen con la nueva administración, realiza  abusos de autoridad contra constructores y contra sus propios empleados que se están acumulando en los juzgados de la ciudad y que se convertirán en un cuello de botella para la nueva Secretaría.

Existen datos que indican que la reserva de construcción de la ciudad alcanza para 8 meses. A partir de ese momento, la demanda sobrepasaría por mucho a la oferta, lo que afectaría directamente al mercado de vivienda ya de por sí encarecido. Aunado a esto, el sismo del 19 de septiembre generó un déficit de 10 mil viviendas en la ciudad,

No obstante, la ciudad ya no puede crecer horizontalmente. 

De acuerdo con el INEGI, la CDMX tiene aproximadamente 5967 hab/km2,en una superficie de 1494km2, lo que contrasta con entidades como Chihuahua, en donde se cuenta con 14hab/km2 en una superficie de 247,412km2. Es ilógico, inviable y fuera de lugar pensar que en la CDMX la atención de la demanda de vivienda que existe, se de a través de un crecimiento horizontal. El desarrollo de vivienda debe orientarse de manera vertical para atender de puntualmente el crecimiento demográfico de la ciudad.