Hace muchísimos años, más de veinte, tuve que ir a Mexicali por cuestiones de trabajo. El calor en Mexicali raya en lo insoportable. Es una ciudad que está debajo del nivel del mar por lo que su calor es raro. Se siente como el vapor de una olla cociendo verduras. La popularidad de las maquilas en ese entonces era súper justificable. Estar en una planta donde tenían aire acondicionado en lugar de estar en casa cociéndose hacía que cualquier labor en una maquiladora fuera aceptable.

Mexicali es un punto increíble para cualquier fabricante estadounidense, puede fabricar sus productos con mano de obra mexicana, mucho más barata que la gringa, y está a unos pasos de su frontera. Para Mexicali sería increíble pues pasaría de una ciudad maquiladora a una ciudad fabricante y con la baja en la fabricación de automóviles debido al Coronavirus y al precio del petróleo, pues cae como anillo al dedo. El gran problema es que se metieron con algo muy preciado en lugares desérticos, el agua.

Según el portal de Expansion.mx en su articulo “El agua que da vida... y cerveza”, se necesitan al menos 3 litros de agua para fabricar un litro de cerveza. Aunque hay compromisos y nueva tecnología para aprovechar el agua, la cantidad que se usa por litro de cerveza sigue siendo la misma.

 

El derecho al agua

Antes de que llegará Constellation Brands, había actividades económicas de la población “cachanilla” que tienen que ver con el agua que a su vez es escasa. Los grupos civiles que están realizando la protesta contra el agua sostienen que la cervecería estaría localizada en una zona donde hay problemas para la distribución de agua para la población.

La población de Mexicali siente que hay una mala distribución del agua y que la instalación de una fábrica que tiene como principal materia prima el agua afectará sin dudas la vida de los cachanillas en el mediano y largo plazo.

 

El gran problema: la comunicación

Los argumentos y los estudios hechos por Constellation Brands no han sido lo suficientemente contundentes para convencer a una población que ve en el agua un recurso que no se puede conseguir fácilmente. Es lógico pensar que una fábrica como la que planea Cbrands tomará mucho del por sí escaso recurso.

Vemos comunicados del CCE y del IMEF criticando a la consulta que se hizo en Mexicali sobre la planta que se construiría en Mexicali. Muchos de estos líderes no conocen a fondo la situación de la entidad y si la conocen por literatura, no la han vivido diariamente. El presidente nacional de la Coparmex dijo en una entrevista al diario El Financiero: “Imagínese el mensaje al extranjero: En México se prohíbe la producción de la cerveza mexicana más famosa en el mundo’. ¿Quién va a querer invertir en un país con esas contradicciones y absurdos?”. Habría que ponerse en los zapatos de los mexicalenses y pensar, ¿Qué es más absurdo? Producir cerveza y quedarnos sin agua o no producirla y tener agua.

O no se ha comunicado bien cómo se piensa usar el agua de la región o los cachanillas tienen razón y seguramente esta cervecería le quitaría el agua a otras personas que la necesitan.

 

La votación

Aun teniendo la indicación de las autoridades de no salir a votar por aquello de Coronavirus, la gente salió a manifestarse. Los que votaron a favor de la defensa del agua fueron mayoría y manifestaron que hubo acarreados para votar a favor de la construcción de la cervecería. Del otro lado, lo mismo, pero sin ser mayoría.

 

Las inversiones

Creo que México no está peleado contra ninguna inversión, solo que esta debe de ser justificable y sustentable. Mexicali, logísticamente es una localización increíble para fabricar cualquier cosa que se venda en los Estados Unidos. El gran problema es cuando esa fábrica atenta contra los derechos elementales de una población, como es el derecho del agua.

Si se tienen todos los permisos y todo tiene legalidad habría que revisarlos a detalle pues no parece que hayan convencido a uno de sus elementos principales, a los mexicalenses que al final serán a las personas que emplearán en la probable planta cervecera.

La invitación sería a que los defensores de la planta cervecera mostraran cómo funcionaría en una zona donde hay poca agua y cómo no afectaría a la sociedad. No es lo mismo utilizar el agua potable y devolverla como agua industrial, ese es uno de los puntos principales.

Creo que, si los de Cbrands tienen argumentos suficientes sobre el uso del agua, no debería de haber problema para instalar una planta cervecera ahí. La gran duda es, sabiendo que es una localización logística tan importante, ¿por qué no se le había ocurrido a ninguna de las cerveceras, cuando aún eran mexicanas, hacer una planta ahí?