En los últimos días me he puesto a reflexionar sobre la necesidad de construir una cultura política democrática para mejorar la calidad de nuestra endeble democracia. En los últimos 30 años hemos pasado por una infinidad de “reformas del estado”, sin embargo, no hemos podido consolidar nuestro sistema democrático. La razón, en mi opinion: los resabios de una cultura autoritaria que impiden la consolidación democrática. 

Según el texto clásico de Gabriel Almond y Sidney Verba, “La cultura cívica”, La cultura política esta compuesta por tres orientaciones: cognitiva; afectiva; y evaluativa. De las tres orientaciones,  considero que la orientación cognitiva es donde tenemos más deficiencias; debido, en buena medida, a que los mexicanos siempre nos consideramos como aptos para participar en política aunque no siempre estemos bien informados. 

Como su nombre lo indica, la orientación cognitiva son los conocimientos y creencias sobre el sistema político y sobre el papel que los individuos juegan dentro de dicho sistema. Desafortunadamente, en nuestro país, el conocimiento político escasea por la falta de información oportuna y veraz.

 La escuela ha fracasado en su misión de formar ciudadanos informados. Los medios de comunicación no tienen el menor interés de hacerlo; Sólo nos queda tomar la iniciativa y ser promotores del conocimiento político como una herramienta para prevenir la desinformación y la manipulación de la política que refuerzan los miedos, prejuicios y estereotipos de una sociedad políticamente manipulada.

 La tarea: 1) vuélvete promotor de tu propio conocimiento político; 2) consulta fuentes confiables de información  y 3) corrobora todo lo que te digan. Sólo así, seremos ciudadanos informados.