Finalmente las tres principales fuerzas políticas han designado a sus respectivos coordinadores en la Cámara de Diputados y Senadores, el Partido Revolucionario Institucional (PRI) fue el primero en presentar a Manlio Fabio Beltrones para encabezar a sus Diputados y Emilio Gamboa a los Senadores. Hace unos días el Acción Nacional (PAN) hizo lo propio con Ernesto Cordero y Luis Villarreal, ambos perfiles representan el reparto de poder los grupos más influyentes, hasta el momento, dentro del panismo; finalmente el Partido de la Revolución Democrática designó a Silvano Aureoles y Miguel Barbosa, sacando sorpresivamente de la jugada a Manuel Camacho Solís, de esta forma Nueva Izquierda “salda” su deuda con la corriente Alternativa Democrática Nacional.

No obstante los perfiles del PRD y del PAN son grises comparados con los priístas quienes cuenta con suficiente “colmillo” político y legislativo para sacar los acuerdos necesarios, todo apunta a que el Congreso mantendrá una autonomía sólida frente al Ejecutivo, probablemente ya se disolvió por completo una facultad metaconstitucional. Por otro lado tanto Gamboa como Beltrones cuentan con los puentes y enlaces necesarios para comenzar a trabajar con los liderazgos reales de cada grupo parlamentario, el virtual coordinador de los diputados priistas demostró su habilidad al presentar la agenda de su partido en un evento donde se encontraba Enrique Peña Nieto, quien tuvo que limitarse a respaldar lo dicho por el legislador.

Con su concepto de “grupo mayor” Manlio Fabio marcó el camino a seguir que se ve muy distanciado de la agenda presidencial, por su parte Gamboa va a apostar a la división del PAN y PRD, ya que en ambos grupos existen personajes que no dudan en aplicar la negociación en su peor acepción. Va ser interesante observar esta nueva relación entre los poderes Ejecutivo y Legislativo, y por lo menos en este primer trienio Peña Nieto no tiene todas las de ganar en las Cámaras, las cuales van a comenzar a marcar la agenda nacional y van controlar gran parte del destino nacional, además van a existir dos “vicepresidentes” de facto, los primeros tres años Beltrones repetirá lo aprendido con Felipe Calderón y los tres últimos Emilio Gamboa tomará la estafeta para posicionar a su “compadre”.

Ambos perfiles garantizan unos tres primeros años relativamente tersos, debido a que el PRD ha dejado fuera en el legislativo la figura de Andrés Manuel López Obrador y el PAN no va a tardar en borrar a Cordero y limitar el margen de acción de Mariana Gómez del Campo o Javier Lozano por ejemplo. Probablemente a Peña Nieto le hubiera convenido un escenario en el cual no se salieran la dupla Beltrones-Gamboa, debido a que también le restan juego al interior del PRI.

De esta forma los partidos opositores tendrán que cuidar sus bastiones locales, porque todo apunta que el verdadero riesgo no va a estar en los Pinos, parte de la maquinaria priísta va a comenzar a moverse en función de los intereses y ambiciones de estos dos legisladores, los cuales no van a dudar en exhibir a Peña Nieto como lo que realmente es, un hombre que juega a ser político. Posiblemente el presidencialismo mexicano llegue a su fin, al menos en la práctica, debido a que Gamboa y Beltrones no serán dóciles, se vienen temas espinosos como Pemex, la instrumentalización de la reforma política, una reforma laboral, entre otros.

Desafortunadamente en la “oposición” no existen o se han marginado a los perfiles que pueden hacerle frente a este par de dinosaurios, quienes tienen claridad en como funciona el sistema y por lo tanto van a funcionar bien, aunque no será por México.