Ya estamos en la batalla electoral. La cantidad de anuncios que escuchamos en los medios (96 diarios) son una pequeña muestra de lo que vendrá, cuando tengamos suspirantes. Y también harán su papel, una buena cantidad de personas y corrientes que sin contender por un puesto de elección realizarán trabajo ya sea para boicotear el proceso, ir a sufragar tachando la boleta o impugnando a una o varias organizaciones. Es decir, habrá de todo de aquí al 7 de junio.
En algunas entidades ya se prevé quiénes estarán en la pelea. En Nuevo León, por ejemplo, uno de los estados más ricos del país, se enfrentarán Ivonne Álvarez por el PRI contra Margarita Arellanes por el PAN. La primera dejó en el camino al gris secretario de economía, Idelfonso Guajardo. La segunda, hace tiempo es muy apreciada por ser alcalde de Monterrey, donde, según dicen, ha realizado un trabajo regular y acciones espectaculares. Ésta va muy adelante en las encuestas de salida. Aquí, por cierto, el PRD tiene nulas posibilidades. La candidatura de esta organización será testimonial.
Por otro lado, en Guerrero, quien iba a la cabeza en los sondeos, Armando Ríos Piter, a quien apodan ?El Jaguar?, ya no competirá. Ello porque denunció: los Chuchos le exigían que protegiera, de llegar a la silla embrujada, al ex gobernador Ángel Heladio Aguirre, el cual tiene una relación muy estrecha con José Luis Abarca y más con su esposa, María de los Ángeles Pineda, ambos en prisión debido al secuestro de los 43 normalistas y ligados al narcotráfico.
En el PRD se abre la puerta entonces a Beatriz Mojica, ex de desarrollo social guerrerense, y al rector de la Universidad de la entidad, David Saldaña, amigo y cercano de Raúl Ortega, actual mandatario de la entidad y quien fuera secretario general universitario.
Ello ha puesto al PRI de plácemes. Sobre todo a Manuel Añorve, quien perdió con Aguirre y es apoyado por Manlio Fabio Beltrones. Aunque esta relación lo puede anular ya que el peñismo insiste en descalificar a quien es hoy el líder de los diputados tricolores. Por lo que habrá que ir abriendo la baraja. El PAN en la tierra de Lucio Cabañas es más raquítico que un alfeñique.
De los nuevos partidos, Morena, sin duda, resultará la revelación. Los analistas electorales le dan diversas opciones, pero la mayoría lo sitúa arriba de 7 por ciento. Recientemente el columnista Salvador García Soto (El Universal, 13 de enero), dice que tendrá 50 diputados y sacará entre 10 y 13 por ciento en la votación. Tal vez por ello los desprendimientos en el PRD son cada vez más, afiliándose con los ?morenos?, como el reciente caso de Mario Delgado y tal vez por ello la abstención de Ríos Piter, ambos ligados de Marcelo Ebrard, el cual, se dice, puede irse con las huestes de Andrés Manuel.
En el PAN la cosa es terrible. Lo mismo porque se impidió que Margarita Zavala, esposa del inoperante Felipe Calderón, llegara como diputada plurinominal. Y es que el equipo de Gustavo Madero, rival acérrimo del ex presidente de la República, se reservó la mayoría de las posiciones diputadiles que se ganan sin realizar trabajo político, llamadas plurinominales.
También supimos que Ana Teresa Aranda, del ala conservadora, tal vez vaya por el PVEM en Puebla, ya que sus diferencias con el intolerante gobernador, Rafael Moreno Valle, le impiden que sea lanzada por los albiazules. E incluso se habla que en el DF habrá algunos viejos cuadros panistas que intentarán lograr una curul con otras siglas.
En el DF la situación es totalmente incierta, sobre todo para la llamada izquierda. Irán cada uno por su lado: el sol azteca y Morena, el PT y Movimiento Ciudadano. Es decir, que el ganador lo será por unos cuantos votos. Máxime si PRI y PVEM van juntos, la desprestigiada Nueva Alianza (o Nueva Transa, como ahora se le conoce) va compite por otro lado, más los Humanistas y los que se dicen Encuentro Social.
Un caso interesante se dará en la delegación Cuauhtémoc. Seguramente competirán Ricardo Monreal por Morena vs. Amalia García por el PRD. Ambos zacatecanos eran amigos y hoy son rivales enconados. Sabiendo los malos pasos uno del otro, tendremos una guerra de lodo digna de un chiquero.
Hablando de golpes bajos y medios, sabemos de antemano que eso serán las campañas, ya que nadie propondrá algo realmente alternativo, sino que incluso se descalificará al máximo a los oponentes, algo que se ha vuelto tradicional hace años.
Tanto así que el PRD inició sus acciones descalificando al gobierno, el poseedor de relojes millonarios, César Camacho, se echó una filípica para desprestigiar (más) al PAN y Ricardo Anaya pide un salario mínimo mayor (algo propio de la izquierda) y habla de la inseguridad sin mencionar a Vicente y Felipe.
¡Bienvenidos al circo!
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