Sin duda, en la realidad del país actual no hay cabida para un retorno a un modelo de partido único, de Estado, si bien es muy posible que durante los próximos años veamos un partido cuasihegemónico (MORENA) lo siguiente los determinará el voto de la gente, sobre todo a nivel local, donde el nivel de autonomía de estados y municipios de nuestro federalismo da a estos (a pesar de algunos cambios y reformas) un amplísimo margen de maniobra de todo tipo, con la coartada de que son libres y soberanos, pero por lo mismo, siendo altamente vulnerables a un lapidario voto de castigo, como ya se ha visto en algunas partes del país. México está cada vez más en el camino a convertirse en una democracia plena, aunque por todos es sabido la atinada y frase de Sir Wiston Churchill de que la democracia es el peor sistema de gobierno... con excepción de los demás; así que el pluripartidismo mexicano será algo ya perenne, así parezca, por momentos, que las crisis de algunos partidos los desdibujan, en un escenario no lejano en apariencia a su mismísima desaparición.

   Por lo mismo, el presidente Andrés Manuel López Obrador necesita de un sistema de partidos, y no es lo más deseable para su 4-T, máxime siendo Francisco I. Madero uno de sus símbolos y que representa justo eso, el ideal democrático, unos partidos de oposición debilitados al extremo, que darían armas a sus adversarios para denostarlo, incluso llegando a usar maniqueamente términos absurdos, como el de "dictador y/o peligro para la democracia". Y aquí en a donde entra a colación el caso Guerrero, donde, a la luz de los acontecimientos recientes, poniendo énfasis en el reparto de fertilizante, una promesa que hizo pública en esta misma entidad el presidente de la república a toda su población rural, que nadie puede negar su importancia en cuanto a número y peso en la economía productiva del estado, y el único estado al que se le entrega gratis "porque el gobernador Astudillo se ha portado requetebien", y tomando en cuenta el monumental fracaso en la implementación de su reparto y a detalles como el que el gobernador Astudillo estuvo en el presidium como invitado de honor en Tijuana en el marco del acto de unidad nacional convocado por AMLO, sumando al rumor ya esparcido en Guerrero de que un personaje ligado al ex-gobernador, titular del poder ejecutivo durante la brutal matanza/desaparición de estudiantes de Ayotzinapa en Iguala, dan a pensar que Guerrero esté destinado a ser la primera ´concertacesión´, al más puro estilo salinista, del sexenio lopezobradorista, en favor del PRI, esta especie sube de tono cuando se lee y escucha la alianza de facto entre el presidente AMLO y el próximo dirigente del tricolor, Alejandro Moreno Cárdenas.

   Si lo anterior no es así, aquí por esta tierras el sospechosismo ya cunde: con el rumor de la intención de regresar a casa Guerrero por parte de personajes impresentables, directamente involucrados en la administración en la cual sucedieron los consabidos sucesos de Iguala que marcaron al país para siempre y cambiaron la correlación de fuerzas sumado esto al fiasco en la entrega del fertilizante, que tiene a todas las organizaciones campesinas en franco disgusto con el gobierno federal, porque todos tienen claro de dónde viene la raíz del problema, y no hay quién siquiera por asomo piense que es atribuible esto al gobierno del estado, quien todo lo contrario, ha hecho todo lo que está en sus manos para gestionar soluciones. Repito, si no se trata de una ´concertacesión´ para entregarle el estado de Guerrero al PRI en las elecciones del 2021 si es ya lo que parece ser; el gobierno federal debe de resolver con celeridad y eficacia el problema, que tiene ya a la entidad al borde de una crisis social, y de paso, descartar la versión del intento de regreso, vía MORENA, de la falsa izquierda responsable de la masacre de Iguala. repito, si no se trata de la multicitada ´concertacesión´ hacia el 2021, es tiempo de dar claras señales de lo contrario, porque además, aunque no lo fuera (intencionalmente) es lo que puede acabar sucediendo en el estado sureño, dado todo lo anterior relatado.