Las secuelas de la polarización política siguen presentes en los votantes, hoy durante una cena un amigo empresario, abogado y culto al cual aprecio pero con el que no comparto casi nada en materias como la religión y la política me comentó: López Obrador sería un Chávez, con él qué podríamos esperar del respeto a las garantías individuales, la propiedad privada, la libertad de culto, etc.

 

Recordé a mi estimado suegro ingeniero de profesión hablando de Cuauhtémoc Cárdenas en el 88, intuí entonces como ahora el miedo que genera la izquierda en gran parte de la llamada burguesía mexicana, reconocí cómo entonces la resistencia al cambio del estatus quo de una sociedad  profundamente clasista donde el izquierdista es sinónimo de naco y "plebe"

 

Todo en este país se polariza, la información masiva y manipulada lo promueve, lo exalta, el naco con dinero pertenece a una familia con suerte, no es producto de su esfuerzo.

 

Deseo que el votante analice sus opciones objetivamente, aísle de inicio las comparaciones polarizantes y revise lo hecho por cada candidato en su trayectoria y después compare, luego decida.

 

Hace unos años en Brasil cenando con promotores de negocios muy importantes en Sao Paulo y recién elegido Lula escuché argumentos similares a los de hoy, el miedo y el rechazo social se escondían tras de ellos, la historia quedó escrita y esos mismos hoy están convencidos de que el cambio era necesario.