Las cuestiones de prevención y protección civil siempre han dado de qué hablar, en septiembre del 2013, el Huracán Manuel tocó tierra en Guerrero y los daños que dejó fueron exagerados, algunos aún siguen sin ser resueltos. La gente no contaba con planes de evacuación, los directivos de Protección Civil, estatales y municipales no estaban preparados para este tipo de eventos y el titular del gobierno estatal, Ángel Aguirre, no tuvo una reacción inmediata adecuada para menguar los daños que aquella catástrofe dejó.

Fue el Gobierno Federal el que tuvo que tomar las riendas del problema y después de algunos errores, tomaron las medidas pertinentes para corregir los errores que provocó o empeoró el huracán, implementaron un Consejo Ciudadano  presidido por el Lic. Miguel Alemán Velasco junto a demás personajes de la sociedad civil para supervisar las obras realizadas por los 3 órdenes de gobierno y poco a poco, han realizado acciones para reponer los daños materiales que el Manuel dejó en la entidad de Guerrero, el más reciente ejemplo es la nueva "Pintada".

El pasado 7 de junio, en Chiapas, ocurrió un temblor de 6.9 grados en la escala de Richter, seguido de al menos 5 réplicas causadas por el primer gran sismo. Cabe mencionar que el terremoto que ocurrió en Haití en 2010 tuvo una magnitud de 7.0 grados y los efectos que tuvo en aquel país fueron realmente desastrosos. Entre los datos oficiales y los datos de fuentes no gubernamentales, podemos situar un rango de muertos entre los 70 y los 120 mil.

En el caso de Chiapas, gracias a la pronta reacción de las unidades de Protección Civil del estado, las federales y municipales, aunado a los eventos preventivos que regularmente han sucedido en aquella y en algunas otras entidades altamente riesgosas, los daños colaterales del temblor fueron menores en cuestión de cantidad, no en cuestión del dolor que le causa a cualquier persona tener pérdidas humanas.

La reacción de las autoridades deja mucho qué desear cuando de tragedias hablamos, algunos optan por no dar la cara, otros la dan después de que ha pasado mucho tiempo, y lo que hacen antes, durante y después de estos acontecimientos también debe ser muy tomado en cuenta. Por ejemplo, el presidente de México Enrique Peña Nieto, fue presa de muchas críticas cuando llegó a comunidades afectadas por el huracán Manuel en un vehículo anfibio mientras toda la gente afectada estaba cubierta hasta el cuello de agua; finalmente notó su error y en las siguientes visitas se encontraba en las mismas condiciones que los afectados, los ayudó y estuvo con ellos. De la misma manera, el gobernador de Chiapas, Manuel Velasco, ha tenido una buena reacción frente al sismo, transitando los municipios afectados, realizando todas las medidas precautorias y tomando las medidas necesarias para aminorar los probables daños que el sismo y las réplicas podrían seguir causando.

Aunado a las buenas reacciones de los poderes ejecutivos, con la de los responsables de protección civil y los buenos resultados que dejaron en la sociedad civil los simulacros; las pérdidas humanas y materiales se aminoran. Estas experiencias, las exitosas y las no exitosas deben servir para seguir marcando la pauta en cuando a protección civil se refiere. México por su situación geográfica es un país sumamente predispuesto a desastres naturales y con la experiencia que éstos han dejado, las autoridades y la sociedad civil pueden y deben mejorar las condiciones necesarias para disminuir los efectos que cualquier fenómeno meteorológico, sismo e inclusive desastres causados por cuestiones humanas provoquen.