La información sigue llegando. Ahora sobre un cónclave en lujosa residencia de descanso. Específicamente en la calle Laureles del fraccionamiento Burgos en Cuernavaca, Morelos. Fecha: el pasado 20 de septiembre.

Como se comenta en círculos políticos y periodísticos bien enterados, “la concurrencia auguraba una reunión de alta grilla política”. Y, pues eso: los asistentes al calor de las copas grillaron hasta que se cansaron.

¿Quiénes estaban ahí? Ni más ni menos que los principales opositores desde “la izquierda” a la 4T, incluyendo a uno que presume de ser parte del proyecto político de López Obrador. Repasemos la lista:

1.- El perredista Miguel Ángel Mancera, senador y ex jefe de gobierno de la CDMX.

2.- El supuestamente todavía militante de Morena don Ricardo Monreal (llegó tarde y se fue temprano), dolido todavía porque Claudia Sheinbaum le quitó la candidatura de ese partido a la jefatura de gobierno capitalina.

3.- Miguel Ángel Vásquez Reyes (anfitrión).

4.- Juan Ayala.

5.- Antonio Paz (cuñado de Vásquez y aparente propietario de la finca).

6.- La diputada suplente María de la Luz Hernández Flores (suplente, por cierto, de Paula Castillo Mendieta, esposa de Vásquez: todo queda en familia, como debe ser); a doña María de la Luz se le relaciona bastante con Hugo Alonso, secretario de la Seccion 1 del Sindicato Único de Trabajadores del Gobierno de la Ciudad de México, quien por cierto no llegó a la reunión y recibió críticas durante toda la noche.

La charla lógicamente giró en torno a la conformación de un bloque político en el que estarían integrados personajes de otros partidos como el PRD y Movimiento Ciudadano y por supuesto, grupos internos del partido en el poder… Morena.

Ricardo Monreal comentó que era necesario “apoderarse” —así, “apoderarse”— de la dirigencia del sindicato local para afectar las decisiones de la jefa de gobierno.

Otro eje de la grilla que posteriormente se convirtió en fiesta, fue la sucesión en la dirigencia nacional de Morena. Los asistentes debatieron entre demostrar su apoyo a Mario Delgado o a Yeidckol Polevnsky. Y finalmente señalaron que tenían que ser mucho mas cuidadosos para evitar las filtraciones recientes, en particular hicieron hincapié en los datos revelados algunos espacios mediáticos —por lo visto, esta vez tampoco fueron cuidadosos o, de plano, son chismosos profesionales incorregibles, de esos que todo lo cuentan.

Me dicen que Miguel Ángel Vásquez, de quien se ha hablado últimamente que cuenta con varias investigaciones por corrupción y desvío de recursos cuando fue servidor público, “se vanaglorió de tener gente infiltrada en buena parte de la estructura actual del gobierno de Sheinbaum”; se comprometió a “operar” para intensificar las movilizaciones de grupos que el “aún controla”: comerciantes ambulantes de la Central de Abastos, transportistas, organizaciones de vivienda y hasta trabajadores de base del gobierno capitalino.

La nota de color la dio el ex dirigente del Sindicato, Juan Ayala, quien consumió una importante cantidad de alcohol. Puso tanto esmero en esa tarea que le tuvieron que ayudar cargándolo para que pudiera moverse; antes de perder el semántico, Ayala adelantó que iba a sostener una reunión con 14 secretarios seccionales para generar una ruta para las movilizaciones posteriores.

Así las cosas entre los rivales políticos del gobierno de la CDMX. Se explican bastantes hechos recientemente ocurridos, ¿no les parece?