Hace unos días escuchaba por Tele-Fórmula al abogado de Joaquín Guzmán, y llegó un momento en el que pensé que estaba viviendo un Deja-Vú y que en lugar de estar escuchando a Ciro estaba escuchando a Carmen Aristegui.

 Todavía recuerdo cuando Ciro pasó a dar las noticias en el horario matutino siendo la única competencia real para Carmen Aristegui en MVS Radio; no pasó mucho tiempo cuando Ciro alcanzó y rebasó en audiencia a Carmen en los tiempos del supuesto trabajo de investigación en contra de Cuauhtémoc Gutiérrez. En aquellos días, Ciro repetía constantemente que no se puede acusar a nadie sin pruebas, tomando como evidencia solo los dichos de alguien; cuando Carmen lo empezó a increpar porque éste cuestionaba el trabajo de investigación y aseguraba de que Ciro “defendía” a Gutiérrez de la Torre, Gómez Leyva se limitaba a repetir que él no defendía a nadie, que simplemente daba a conocer la información que era oficial y que provenía de las autoridades, en este caso, el expediente que se ventilaba ante la PGJDF y que mucha de la información presentada por Aristegui parecía inventada.

El asunto importante de las palabras de Ciro y que no se deben perder de vista ni olvidar son sus aseveraciones de que:

1.      No se puede acusar a nadie con base en dichos y chismes sin prueba evidente alguna

2.      No se puede acusar con base en información que parece invento, deducción y/o suposición.

 Pareciera que Ciro, al momento de quedarse solo, sin competencia, en el horario matutino de las noticias y al ver que era el puntero en el rating, pues, simplemente no se conformó con eso y decidió querer más, acrecentar su rating, su popularidad por las mañanas y crear un abismo entre él y cualquiera que pudiera querer pisarle los talones; y la manera en cómo conseguiría eso sería simple y sencillamente usar la misma estrategia de Carmen Aristegui:

A)     Abrir espacio para la gente de izquierda que al hablar no habla de propuestas sino únicamente usa el tiempo aire para atacar al gobierno o contrincantes políticos.

B)     Permitir los monólogos de López Obrador, tal y como los permitía Aristegui.

C)     Pasar buen parte de su programa cuestionando cualquier cosa que tenga que ver con el gobierno.

D)     Y desafortunadamente, lo que se dio con el asunto Chapo-Kate y lo que refirió en su programa del día martes primero de marzo, inventar, mentir, desinformar.

Para explicar mejor este punto referiré que Ciro Gómez Leyva se atrevió a asegurar de que, tanto Kate del Castillo, ni Sean Penn habían cometido delito alguno; es más, llegó a asegurar que el trabajo de Penn, un actor de cine, fue un acto periodístico, lo que significa que, cualquier actor de cine o televisión que se le ocurra entrevistar a alguien importante, sin importar que sea uno de los criminales más buscados, y por el hecho de que se publique, pues ya es periodista. Ciro, una persona que siempre ha asegurado que aunque guste o no la ley se tiene que cumplir, simple y sencillamente esa vez, se le olvidó el contenido de la ley para asegurar y mentir que no había delito.

 Pero, desafortunadamente, resulta más grave la suposición sin pruebas que espetó al aire el martes pasado, un vil invento calumniador y para acabarla de amolar (como dice mi abuela), mentir en su cuenta de Twitter. Recapitulo lo acontecido en menos de 5 minutos en su programa de radio y televisión:

Al entrevistar Ciro al abogado del Chapo, éste le preguntaba sobre lo que había hablado éste último con su cliente, pues lo había visitado; el abogado contestó que Guzmán le había solicitado que apresurara lo que se tuviera que hacer para conseguir su extradición. Ante esta revelación el asombro de Gómez Leyva no se dejó esperar y aseguró vehementemente de que había funcionado la estrategia del Gobierno Federal para conseguir que el Chapo aceptase ser extraditado, en pocas palabras, ese asunto que ha tocado por semanas Ciro (al mero estilo de Aristegui) respecto de los supuestos actos (sin prueba alguna) de tortura en contra de Guzmán Loera dieron como fruto de que este decidiese ser extraditado.

Luego, vendría la segunda suposición sin prueba alguna, en pocas palabras, la segunda mentira, en Gobernación han de estar destapando una botella de Champagne después de escuchar esta noticia; en pocas palabras, Ciro daba por un hecho:

 1.      De que el Secretario de Gobernación y otros funcionarios estaban viendo o escuchando su noticiero.

2.      De que el Secretario de Gobernación y otras autoridades se enteraban de la primicia en ese preciso momento gracias a la entrevista de Ciro.

3.      De que el Secretario de Gobernación y otros funcionarios comenzaron a festejar en ese momento la noticia, pero, que por no ser horario para ingerir bebidas alcohólicas, seguro estarían celebrando con otro tipo de bebida.

Al puro estilo de Aristegui, ahora Ciro es capaz de asegurar de que el mismo Presidente de la República está escuchando su programa y las entrevistas con sus invitados.

La tercera mentira vendría en la cuenta oficial de Twitter de Ciro Gómez Leyva; obvio en la mañana él no escribe, y cuando él lo hace personalmente firma CG, pero, obvio que tiene control y conocimiento de lo que en esa cuenta se publica; y el tuit publicado fue de que el abogado del Chapo manifestaba que la estrategia del Gobierno en contra de su cliente había tenido éxito ya que este estaba urgido por la extradición. Para los que vimos o escuchamos en ese preciso momento la entrevista, sabemos perfectamente que el abogado de Guzmán nunca, repito, nunca refirió esas palabras; quien expresó al aire esa mentira, esa calumnia, fue el propio Ciro Gómez Leyva y después de eso, el abogado efectivamente, como periquito, las repitió.

Es una pena que con tal de atraer audiencia y asegurar un alto rating, Ciro Gómez Leyva de unos meses para acá, este usando la misma estrategia que usaba Carmen Aristegui y que tanto le criticaba. Dice el dicho que cae más pronto un hablador que un cojo, y Ciro ha caído de la peor manera, imitando lo que tanto acusaba.