A punto de llegar a los noventa años el PRI anda chocheando. No es exageración: chochear significa mostrar debilitadas las facultades mentales por efecto de la edad, según el diccionario de la Real Academia Española.

La desorientación mental del PRI es una de las razones por la que nos pide el voto otra vez como regalo de cumpleaños. Veamos cómo ha dejado a México su forma de gobernar (datos de Coneval):

-    El 80 por ciento de la población mexicana es pobre.

-    62 millones de personas no pueden comprar la canasta de alimentos, bienes y servicios básicos.

 Al PRI no se le festeja la longevidad porque está hospitalizado en terapia intensiva. Nació con enfermedades incurables que se agudizaron en su juventud y ahora hacen crisis.

1.-Demencia senil

El primer priísta del país, Enrique Peña Nieto, ha mostrado varios síntomas de Alzheimer; uno de los más recientes ocurrió en su visita a Nogales, Sonora. Dijo que le parece ¨irracional el enojo social¨.

A tan avanzada edad el PRI ya no recuerda que Sonora fue uno de los estados líderes en la protesta por el aumento al precio de la gasolina. El padre del gasolinazo, José Antonio Meade lo aplicó ¨para que nuestros hijos estén mejor¨.

La realidad es que se desató una espiral de alza de precios de todo: productos y servicios cuestan más, el golpe al salario es real, la vida es más cara y nuestros hijos no están mejor.

2.-Osteoporosis

Fracturados, sostenidos en débiles huesos llegan los priístas a su cumpleaños. No hay un PRI, hay varios grupos en guerra que se disputan un cargo con fuero. Salen en la foto juntos pero no se revuelven, muestran sonrisas forzadas en intento de ocultar la osteoporosis.

Bajo fuego amigo hay un PRI de Peña Nieto, uno de Videgaray, otro PRI de Carlos Salinas, está el PRI de Osorio Chong, el de Beltrones y el PRIAN del no priísta José Antonio Meade, entre otros. Se juntan porque se juegan la presidencia o la cárcel en las próximas elecciones.

                                                                                                                                        

3.-Hipertensión

El PRI, anciano hipertenso por su estilo de vida sedentario, se mueve bajo la ley del mínimo esfuerzo. No ha tenido la capacidad profesional para conducir la economía de México hacia una mayor generación de riqueza. Ha faltado  inteligencia, preparación y cultura para crear un estado de derecho indispensable para el desarrollo económico sólido.

No han podido, no saben cómo hacerlo, han demostrado ignorancia, ineptitud y flojera. La prueba del bajo rendimiento de su desempeño es que solo una quinta parte de la población mexicana no padece pobreza.

4.-Cáncer

El de la corrupción, en fase de metástasis: cáncer en las instituciones. El PRI presume haber creado instituciones como si fuera graciosa dádiva al pueblo de México.

No, no fue un favor. Los ciudadanos les pagamos para que construyan instituciones sólidas, se les contrató para eso, es su obligación.

A cambio entregan un sistema de instituciones que ubica a nuestro país entre los más corruptos del mundo. El discurso contra la corrupción en boca de priístas es un insulto a la ciudadanía.

5.-Ceguera y sordera

El PRI no ve y no escucha a quienes gobierna. No ve y no escucha el mandato de respeto a la ley que asumen en un cargo. No ve y no escucha sobre ética y compromiso de servicio hacia los gobernados.

Se asume como la clase privilegiada, rica, por encima de la ley; su dinastía prevalece conservando el poder a cualquier costo.

Las elecciones son un negocio de pequeña inversión y grandes ganancias. La inversión no es menor en términos cuantitativos, sino en términos de que los recursos son ajenos: dinero de nuestros impuestos que se desvía para campañas desde el gobierno federal, estatal y municipal.

En las pasadas elecciones del Estado de México repartieron despensas a cambio del voto: un kilo de arroz, un kilo de frijol, café…y las de ¨lujo¨ traían hasta medio kilo de azúcar. De ese tamaño la miseria.

 No solo tenía que ganar el PRI ese territorio para convertirse en refugio de priístas en caso de perder ¨la grande¨; lo más importante era que el PRI retuviera el acceso al mayor presupuesto asignado a un estado de la república: implica seis años de negocios garantizados a través del otorgamiento de contratos y licitaciones entre cuates.

Esa es la razón por la que fue requerido Rubén Moreira para operar la campaña de Meade. Moreira es el experto que cubre las huellas del crimen. Que nadie se llame a sorpresa si lo premian como titular de PEMEX, de Hacienda o de la SCT en caso de que el PRI gane las elecciones.

6.-Derrame cerebral

De plano, el combate al crimen rebasó al PRI, se les murieron células cerebrales y actúan con entumecimiento, debilidad y confusión. Fracasó en la primera obligación del Estado: brindar seguridad a la ciudadanía.

7.- Parkinson

El PRI presenta ya algunos síntomas de Parkinson como depresión y ansiedad ante su tercer lugar en las encuestas y con solo el 21 por ciento de aprobación de la ciudadanía al presidente de la República.

A pesar de ello, el primer mandatario dirige la campaña de Meade y se ha recibido orden desde Los Pinos para que Meade lleve como bandera los logros de la administración de Peña Nieto.

8.- Problemas digestivos

¨El dinero es la leche materna de la política¨, esa famosa frase del político norteamericano Jesse M. Unruh, resume el cuadro clínico del PRI. Nunca dejó de alimentarse del pecho materno: el presupuesto gubernamental y las aportaciones de la élite de empresarios que lo financian a cambio de favores. Entre priístas se felicitan por su ¨destreza¨ para sacar la vuelta a las leyes y mover enormes cantidades de dinero con apariencia legal.

10.- Receta del médico

No aplica para algunos priístas respetables, que también los hay y que son la excepción a la regla.

Para los demás, los que andan chocheando, se recomienda una tableta diaria de Amlodipino hasta el primero de Julio.