Todo ciclo termina por cerrarse.

 

Y eso parece ser el caso de Elba Esther Gordillo, protagonista de uno de los más célebres episodios de la corrupción, el sindicalismo mafioso y la promiscuidad política en su más alto nivel de descaro.

 

Tres escenarios de su futuro previsible sustentan que el eclipse de Elba Esther Gordillo como factor político en México está llegando.

 

1.- El PANAL, su partido político con el que aplastó y enterró a Roberto Madrazo, está en una tesitura muy real de perder su registro al no alcanzar en julio la votación necesaria para mantenerlo.

 

Manda como candidato presidencial (testimonial) a Gariel Quadri de la Torre, un académico que goza de cierto respeto en la comunidad, pero que políticamente ha sido, para ser breves y concisos, un oscuro desastre.

 

Quadri de la Torre tiene solo una misión en el proceso de sucesión presidencial que vivimos. Lanzársele a la yugular a Josefina Vázquez Mota en los debates entre aspirantes, como un cobro de factura de Gordillo al PAN y a su presidente real, Felipe Calderón, por haberle cancelado sus cotos de poder ganados a través del servicio electoral que prestó al mandatario del  0.4%.

 

Con ese margen increíble fue con el que Calderón y el PAN justificaron el robo que le hicieron a Andrés Manuel López Obrador en el 2006.

 

Esa será la tarea de Quadri y la hará muy bien. Igual que a Josefina la prepara Antonio Solá para el debate; Quadri lo único que realiza como actividad electoral es estudiar el perfil de la desgastada y superflua Chepina para aniquilarla en los “careos electorales” que vienen después de marzo.

 

Gabriel Quadri puede seguir viajando por el mundo dando conferencias ambientalistas. Su única obligación es convertirse en la sombra de Josefina Vázquez Mota para exhibirla tal y como es.

 

Saben tanto él como Gordillo que no necesitan sino demostrarle a los electores quién es Josefina, para acabarla.

 

2.- Dado que Gordillo parece anteponer su venganza contra Calderón a la supervivencia del PANAL, ha causado que se prendan los focos rojos en Los Pinos.

 

El habitante de la residencia presidencial es ontológicamente un ser poseído por un fuerte resentido.

 

Tal vez a causa de su enfermedad adictiva y que no pide ayuda por soberbia; por sus represiones de juventud como miembro de una familia disfuncional y por la condición de ser un permanente converso (Qué complicada personalidad la de Felipe Calderón) que pasó del militante doctrinario al político pragmático, sin ética, voraz, patrimonialista y asumiendo totalmente la sentencia de que el que no transa no avanza, y de la versión que comenta que pasó del catolicismo al cristianismo; ahora es un personaje vengativo sí, pero con más dinero y poder que Gordillo.

 

No la tiene fácil la maestra Gordillo frente a un enemigo como Calderón.

 

3.- ¿Qué encierra el documental “De Panzazo” que encumbra con una velocidad geométrica a Carlos Loret de Mola como la verdadera cara social de Televisa?

 

Urgidos de posicionarse ante una sociedad crítica, seguramente los amigos de Loret de Mola, decidieron “entusiasmar a su cara más vendible y de creciente credibilidad” para que fuera el mensajero de su propuesta de cambio.

 

Ya ni televisa aguanta seguir operando en un país que se debate entre la corrupción, la violencia, la inseguridad y la quiebra económica.

 

Parece que con el eclipse de Gordillo, llegarán otros. Los de personajes que afectan a México en la medida y con el descaro que ella lo ha hecho.

 

Al tiempo.