Según la nota de El Heraldo de Honduras, Monterrey ha pasado de ser una simple estación a una meta para miles de centroamericanos que antes buscaban cruzar a los Estados Unidos.

El programa de deportación estadounidense

El gobierno de Estados Unidos canceló el programa económico para deportados. Este programa consistía en regresar a los expatriados a sus lugares de origen con transportación que el gobierno de los Estados Unidos pagaba. Lo que hacen ahora es dejarlos en la frontera más cercana ocasionando una saturación de centroamericanos en Nuevo León.

La mayoría de los migrantes ingresa a Estados Unidos por Nuevo Laredo o Piedras Negras. La ciudad con desarrollo económico y seguridad más cercana es la Sultana del Norte. Por esta razón, Monterrey se ha convertido en una opción para mejorar la calidad de vida por la que dejaron sus países.

Con el enfoque de protección de las fronteras con México y el famoso muro, la tendencia de esta migración será mayor y aumentará en los próximos años.

El sueño americano ahora es regio

Según datos del Centro de Estudios de Migración en México, Monterrey está dejando de ser un paso más para llegar a cumplir el sueño americano. Ahora la capital de Nuevo León se está convirtiendo en el destino final de muchos centroamericanos. El peligro que representa ahora cruzar la frontera, hacen que quedarse en México sea mejor que lo que tenían en sus países, cumpliendo de alguna manera el sueño de tener una vida mejor.

Siguiendo un poco la tendencia que tienen nuestros paisanos en Estados Unidos, los migrantes centroamericanos están tomando los trabajos que los regios no quieren. En fábricas, construcción, talleres mecánicos, ranchos, o en las obras de construcción de la línea 3 de metro, los centroamericanos tienen su fuente de trabajo.

Monterrey ha dejado de ser, para muchos migrantes, una ciudad de tránsito hacia Estados Unidos, ahora es un refugio en el que muchos de ellos se asientan y buscan maneras de sobrevivir.

El peligro de las actividades delictivas

Según el informe de CEMM, Monterrey acoge a aproximadamente 3,500 migrantes centroamericanos, en su mayoría hondureños y guatemaltecos.  Estas personas buscarán una manera de tener un sustento económico. Ya sea mendigando por las calles o en trabajos de poca paga. El reclutamiento de estas personas por parte de los delincuentes de la ciudad es un peligro latente.

El gobierno de estado de Nuevo León y los gobiernos municipales de la zona metropolitana deberían tener en cuenta este tipo de migración y las maneras de poder ayudar a estas personas a incorporarse a la economía formal de la ciudad.

Monterrey no es una ciudad de extranjeros

Con la inclusión de la coreana Kia, han llegado a la ciudad una gran cantidad de ciudadanos del lejano país oriental a la ciudad. De todos los niveles sociales, desde operadores hasta directivos han llegado mas personas de las que la sociedad regia esta preparada para recibir.

La recepción de estas personas ha sido complicada. En ciertas personas de alto nivel socioeconómico no está bien visto que los coreanos estén entrando a sus colegios, a sus comercios o a sus colonias.

Con la tradición de ser una ciudad universitaria, teniendo al Tec de Monterrey y a la Universidad de Nuevo León como receptores de gente de otros estados y de otros países, es difícil para el “regio de toda la vida” recibir a gente “foránea”.

Imagine usted que tan difícil puede ser la vida de un migrante centroamericano en una ciudad que tiene un toque de xenofobia. Los habitantes de la Sultana deberían de ponerse la gorra de la caridad y ayudar a estas personas que buscan un nivel mejor de vida.

Hace unos días estuve en una comida con personas de Monterrey, uno de ellos comenta que en un crucero en Monterrey le dio unas monedas a un muchacho de origen centroamericano al que distinguió por el acento y por su complexión física diferente a la de nosotros. La esposa criticó que este señor le diera las monedas, el se justificó diciendo que esto era el apoyo para que un migrante comiera mientras iba de paso hasta Estados Unidos. Teniendo a Monterrey como nueva frontera, probablemente este muchacho no iba para Estados Unidos, sino estaba buscando como quedarse en Monterrey.